DICCIONARIO MÉDICO
Paracentesis torácica
¿Qué es la paracentesis torácica? La paracentesis torácica, un procedimiento médico crucial, implica la punción y drenaje de fluido del espacio pleural, la cavidad que se encuentra entre los pulmones y la pared torácica. Esta técnica es fundamental en la diagnóstico y tratamiento de varias afecciones pulmonares y torácicas. El espacio pleural normalmente contiene una pequeña cantidad de líquido lubricante, permitiendo que los pulmones se expandan y contraigan sin fricción. Sin embargo, ciertas condiciones médicas pueden provocar la acumulación anormal de fluidos en este espacio, conocida como derrame pleural. La paracentesis torácica se utiliza para extraer este exceso de líquido, lo que alivia los síntomas asociados como la dificultad respiratoria, y permite obtener muestras para análisis diagnósticos. Las indicaciones para realizar una paracentesis torácica incluyen derrames pleurales de origen desconocido, necesidad de alivio sintomático en derrames grandes, sospecha de empiema (acumulación de pus en el espacio pleural) o hemotórax (presencia de sangre en el espacio pleural). También se realiza como parte del manejo de pacientes con insuficiencia cardiaca, cirrosis hepática, o neumonía, entre otras condiciones. El procedimiento se lleva a cabo bajo condiciones estériles para minimizar el riesgo de infecciones. Tras la administración de anestesia local para reducir el dolor, se inserta una aguja o un pequeño tubo en el espacio pleural. El médico, guiado por exámenes de imagen como la ecografía, aspira cuidadosamente el líquido. La cantidad de fluido extraído varía según la indicación del procedimiento y el estado clínico del paciente. La paracentesis torácica no está exenta de riesgos. Las complicaciones potenciales incluyen neumotórax (entrada de aire en el espacio pleural), sangrado, infecciones, o lesiones a órganos cercanos. Sin embargo, cuando es realizada por profesionales experimentados y con el uso de técnicas de imagen, estos riesgos se minimizan significativamente. Tras el procedimiento, se monitoriza al paciente para detectar posibles complicaciones. La evaluación del líquido pleural puede incluir análisis bioquímicos, citológicos, microbiológicos y, en algunos casos, estudios de biología molecular, lo que ayuda a establecer un diagnóstico preciso y a orientar el tratamiento adecuado. © Clínica Universidad de Navarra 2023
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