Preservación renal

Consiste en la perfusión renal con solución de preservación, durante la extracción y posterior almacenamiento en dicha solución, a 4º C en un recipiente con hielo. Su objetivo es evitar el daño isquémico al riñón, mantener el metabolismo aeróbico, proveer el aporte metabólico con glucosa, prevenir el edema celular, modificar los niveles de calcio, tratar la lesión de reperfusión, etc.

Además permite efectuar el tipaje tisular, realizar la selección y preparación del receptor, realizar el transporte del riñón, etc. Existen muy diversas soluciones de preservación como el Euro-Collins, la solución de Wisconsin, la solución de citrato isotónico, etc.

El método de preservación más frecuente es el del almacenamiento hipotérmico, pero es posible efectuar la perfusión aeróbica hipotérmica continua. Es conveniente que el tiempo de isquemia fría sea el mínimo posible, e inferior a 24 horas, para facilitar la función precoz o inmediata del injerto renal.