DICCIONARIO MÉDICO
Quemosis conjuntival
La quemosis conjuntival es una afección oftalmológica caracterizada por la inflamación y edema de la conjuntiva, que es la membrana mucosa transparente que recubre la superficie interna de los párpados y la parte anterior del globo ocular. Esta condición se manifiesta como una hinchazón anormal de la conjuntiva, lo que puede provocar una apariencia abultada y una sensación incómoda en los ojos. La conjuntiva es una estructura importante que protege y lubrica el ojo, y su inflamación puede deberse a una variedad de factores subyacentes. La quemosis conjuntival puede ser causada por una respuesta alérgica, una infección, un traumatismo o una inflamación ocular. Además, puede ser un síntoma asociado a diversas enfermedades oculares, como la conjuntivitis, la queratitis, el síndrome del ojo seco y el tracoma. La causa más común de la quemosis conjuntival es la alergia. En este caso, el sistema inmunológico reacciona exageradamente ante sustancias como el polen, el polvo, los ácaros del polvo o los alérgenos presentes en el aire. La exposición a estos alérgenos puede desencadenar una respuesta inflamatoria en la conjuntiva, resultando en su hinchazón. Los síntomas de la quemosis conjuntival alérgica incluyen enrojecimiento, picazón, ardor y lagrimeo. Las infecciones oculares, ya sean bacterianas, virales o fúngicas, también pueden provocar quemosis conjuntival. En la conjuntivitis bacteriana, por ejemplo, la conjuntiva se inflama debido a la invasión de bacterias y a la respuesta inflamatoria subsiguiente. Los síntomas pueden incluir secreción ocular, enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño en el ojo. Los traumatismos oculares, como un golpe o una lesión corneal, pueden desencadenar la quemosis conjuntival. La inflamación en este caso es una respuesta de protección del organismo ante el daño ocular. Además de la hinchazón de la conjuntiva, pueden presentarse síntomas como dolor ocular, sensibilidad a la luz y disminución de la visión. En algunos casos, la quemosis conjuntival puede ser un signo de enfermedades más graves, como el síndrome de Stevens-Johnson o la celulitis orbitaria. Estas condiciones requieren atención médica urgente y un tratamiento adecuado para prevenir complicaciones y daños mayores en los tejidos oculares. El diagnóstico de la quemosis conjuntival se basa en la evaluación clínica realizada por un oftalmólogo o un profesional de la salud ocular. El médico examinará los ojos y evaluará los síntomas y la historia médica del paciente. En algunos casos, pueden ser necesarios estudios adicionales, como cultivos de la secreción ocular o pruebas alérgicas, para determinar la causa subyacente de la inflamación conjuntival. El tratamiento de la quemosis conjuntival se dirige a abordar la causa subyacente de la inflamación. En casos de quemosis alérgica, se recomienda evitar la exposición a los alérgenos desencadenantes y se pueden prescribir antihistamínicos orales o colirios antialérgicos para aliviar los síntomas. En el caso de infecciones oculares, pueden ser necesarios antibióticos, antivirales o antifúngicos tópicos o sistémicos según el agente infeccioso implicado. Si la quemosis es resultado de una enfermedad ocular crónica, se puede requerir un enfoque terapéutico más específico para controlar y tratar la enfermedad subyacente. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la quemosis conjuntival?
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos