DICCIONARIO MÉDICO
Quiste de implantación
El quiste de implantación es un tipo particular de quiste cutáneo que se origina en la introducción de epitelio superficial en las capas más profundas de la piel, normalmente como resultado de una lesión o cirugía. En esencia, se desarrolla cuando las células de la piel, en lugar de crecer hacia el exterior, se insertan en la dermis subyacente formando un quiste. El epitelio superficial se refiere a la capa más externa de la piel, compuesta principalmente de células epiteliales. Cuando este tejido es desplazado o implantado en la dermis, continúa creciendo y se acumulan células muertas, sebo y otros materiales, dando lugar a la formación de un quiste. Los quistes de implantación suelen ser pequeños, pero pueden variar en tamaño. Son generalmente redondos, de consistencia firme y a menudo se mueven libremente bajo la piel. La superficie de la piel sobre el quiste puede ser normal o puede presentar un pequeño orificio o depresión. Aunque se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, los quistes de implantación se ven con más frecuencia en las manos y los dedos, especialmente en individuos que han sufrido lesiones penetrantes, como pinchazos con agujas o astillas de madera o metal. También son una complicación conocida de ciertos procedimientos quirúrgicos, especialmente aquellos que implican la piel y los tejidos blandos. Los quistes de implantación son generalmente asintomáticos, es decir, no causan dolor ni otros síntomas. Sin embargo, pueden volverse sensibles o dolorosos si se infectan, se inflaman o se lesionan. En raras ocasiones, los quistes de implantación pueden liberar un material espeso y maloliente si se rompen o se exprimen. El diagnóstico de los quistes de implantación se realiza a través de un examen físico, durante el cual el médico evaluará la apariencia y la consistencia del quiste. Se puede confirmar el diagnóstico mediante una biopsia, que implica la extracción de una pequeña muestra de tejido para su examen bajo un microscopio. La biopsia puede ayudar a diferenciar un quiste de implantación de otras afecciones cutáneas similares, como otros tipos de quistes, tumores de tejidos blandos o infecciones. El tratamiento de los quistes de implantación depende de varios factores, como el tamaño del quiste, si está causando síntomas y la preferencia del paciente. Si el quiste es pequeño y no causa molestias, se puede optar por la observación y el seguimiento periódico. Si el quiste es grande, doloroso o estéticamente desagradable, se puede considerar su eliminación quirúrgica. Este es un procedimiento relativamente sencillo que se puede realizar en un consultorio médico con anestesia local. Después de la cirugía, el quiste generalmente no vuelve a aparecer. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un quiste de implantación?
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