DICCIONARIO MÉDICO

Quiste sinovial

¿Qué es un quiste sinovial?

Un quiste sinovial es una afección que se caracteriza por la formación de una bolsa llena de líquido sinovial, que es el fluido que normalmente lubrica y amortigua las articulaciones y los tendones. Estos quistes son una extensión de la membrana sinovial, que es la capa de tejido que produce este fluido. A menudo se presentan cerca de las articulaciones y los tendones, especialmente en las áreas donde el tejido sinovial es prominente, como la muñeca y la mano, aunque pueden aparecer en otras partes del cuerpo.

La aparición de un quiste sinovial puede ser gradual y, en algunos casos, puede estar asociada a una lesión previa, aunque a menudo no se puede identificar ninguna causa específica. Los quistes sinoviales son más comunes en las mujeres que en los hombres y su incidencia aumenta con la edad.

Un quiste sinovial puede ser asintomático o causar diversos síntomas, dependiendo de su tamaño y localización. Algunos quistes son pequeños y causan pocos o ningún síntoma, mientras que otros pueden crecer lo suficiente como para presionar las estructuras circundantes y causar dolor, hinchazón, debilidad o entumecimiento. En el caso de los quistes sinoviales de la muñeca, el síntoma más común es una masa palpable que puede ser suave y elástica o firme al tacto. Puede haber dolor asociado, especialmente con el uso de la mano o la muñeca, y en algunos casos puede haber debilidad o entumecimiento en los dedos.

El diagnóstico de un quiste sinovial se basa en la historia clínica, la exploración física y las pruebas de imagen. La ecografía y la resonancia magnética (RM) son particularmente útiles para visualizar el quiste y confirmar su naturaleza sinovial. Aunque los quistes sinoviales son generalmente benignos, deben diferenciarse de otras masas o lesiones quísticas que pueden aparecer en las mismas zonas, como los tumores de tejidos blandos o los quistes ganglionares.

El tratamiento de un quiste sinovial depende de su tamaño, su localización y la presencia y severidad de los síntomas. Los quistes pequeños y asintomáticos pueden no requerir tratamiento más allá del seguimiento regular para monitorizar cualquier cambio en su tamaño o características. Los quistes más grandes o sintomáticos pueden requerir intervención, que puede incluir inyecciones de corticosteroides, aspiración del quiste o cirugía para extirparlo.

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