DICCIONARIO MÉDICO
Radiodensitometría
La radiodensitometría, conocida también como densitometría ósea, es una técnica médica que mide la densidad mineral del hueso, es decir, la cantidad de mineral contenido en una determinada cantidad de tejido óseo. Esta técnica se ha convertido en la herramienta más confiable y ampliamente aceptada para el diagnóstico y el seguimiento de la osteoporosis, una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la densidad ósea que conlleva un aumento del riesgo de fracturas. La osteoporosis es una enfermedad silenciosa. Muchas personas no saben que la padecen hasta que sufren una fractura. Por ello, la detección temprana es crucial, y aquí es donde la radiodensitometría desempeña un papel fundamental. El método se basa en la absorción diferencial de los rayos X por el tejido óseo y los tejidos blandos circundantes. La cantidad de rayos X que es absorbida por el hueso y los tejidos blandos es diferente debido a sus distintas densidades y composiciones. A través de este principio, se puede determinar la densidad ósea de la zona analizada. Los equipos de radiodensitometría actuales son capaces de proporcionar imágenes de alta resolución de los huesos, lo que permite a los médicos detectar pequeñas pérdidas de densidad ósea y realizar un diagnóstico temprano de la osteoporosis. Asimismo, estas máquinas utilizan una cantidad mínima de radiación, lo que significa que el riesgo para el paciente es muy bajo. Existen distintos tipos de dispositivos y técnicas de radiodensitometría. Una de las más conocidas y utilizadas es la DEXA (Absorciometría de rayos X de energía dual), que mide la densidad ósea en áreas clave, como la columna lumbar y la cadera, que son zonas propensas a fracturas en personas con osteoporosis. Otras técnicas incluyen la radiografía de la mano, el talón o la tibia. La radiodensitometría ofrece muchas ventajas. Además de ser una herramienta de diagnóstico para la osteoporosis, permite a los médicos evaluar el riesgo de fractura de un paciente y determinar si necesita tratamiento. Además, mediante la realización de radiodensitometrías sucesivas, es posible evaluar la eficacia del tratamiento prescrito. No obstante, como toda técnica médica, la radiodensitometría tiene sus limitaciones. Si bien es excelente para detectar pérdidas de densidad ósea, no puede determinar la causa de esta pérdida. Por ello, es fundamental que la radiodensitometría sea interpretada junto con otros datos clínicos y pruebas para obtener un diagnóstico completo. Con respecto al proceso, la radiodensitometría es una prueba rápida y no invasiva. No requiere preparación previa y el paciente permanece vestido. Durante el procedimiento, el paciente se acuesta sobre una camilla y el técnico coloca un brazo mecánico sobre la zona a examinar. El brazo emite una serie de rayos X de baja dosis que pasan a través del cuerpo y se detectan en el lado opuesto. El procedimiento dura entre 10 y 30 minutos, dependiendo del área a examinar. En cuanto a los resultados, se expresan en dos números: T-score y Z-score. El T-score compara la densidad ósea del paciente con la densidad ósea máxima (la de una persona joven y sana). Si el T-score es menor a -2,5, se considera que el paciente tiene osteoporosis. El Z-score compara la densidad ósea del paciente con la de personas de su mismo sexo y edad. Si el Z-score es menor a -2, podría indicar un problema aparte de la osteoporosis. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la radiodensitometría?
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