DICCIONARIO MÉDICO
Reflejo vesical
El reflejo vesical es una respuesta autónoma e involuntaria que surge a partir de la distensión de las paredes de la vejiga, llevando a la contracción del músculo detrusor y a la relajación del esfínter vesical externo, lo que resulta en la micción. Esta acción es esencial para mantener el equilibrio del cuerpo y eliminar las sustancias de desecho a través de la orina. En términos simples, es este reflejo el que nos indica cuándo necesitamos ir al baño. La vejiga es un órgano muscular y elástico que forma parte del sistema urinario, con la función principal de almacenar orina hasta que es expulsada del cuerpo. La información sobre el grado de llenado de la vejiga es transmitida al sistema nervioso central a través de las fibras nerviosas aferentes, que transportan señales desde diferentes receptores situados en la pared vesical. Una vez que la vejiga alcanza su capacidad máxima de almacenamiento, se activan mecanismos reflejos que indican la necesidad de vaciarla. El centro del reflejo vesical se encuentra en la médula espinal sacra. Cuando este centro recibe señales de que la vejiga está llena, envía señales de respuesta a través de fibras nerviosas eferentes para inducir la contracción de la vejiga. Es importante entender que el reflejo vesical no actúa de manera aislada. En condiciones normales, la micción es una actividad coordinada que involucra tanto mecanismos reflejos involuntarios como control voluntario. En el desarrollo temprano de un individuo, la micción es puramente refleja. Sin embargo, a medida que el sistema nervioso madura y se desarrolla, especialmente el sistema nervioso central, adquirimos la capacidad de ejercer control voluntario sobre la micción. El control voluntario de la micción es ejercido por el córtex cerebral. Cuando sentimos la necesidad de orinar pero no es el momento o lugar adecuado, nuestro cerebro puede inhibir temporalmente el reflejo vesical, permitiéndonos esperar hasta que sea conveniente. Esta inhibición se logra a través de señales que se envían a la médula espinal sacra para prevenir la activación del reflejo. Sin embargo, es esencial mencionar que cualquier alteración o daño en las vías nerviosas que controlan el reflejo vesical puede resultar en problemas urinarios. Las lesiones en la médula espinal, ciertas enfermedades neurológicas, y algunos medicamentos pueden alterar o interrumpir el reflejo vesical normal, llevando a condiciones como incontinencia o retención urinaria. Además, el envejecimiento también puede influir en el reflejo vesical. A medida que envejecemos, la capacidad de la vejiga puede disminuir, y la frecuencia de las contracciones reflejas puede aumentar, lo que lleva a una mayor urgencia y frecuencia urinaria en algunos individuos mayores. En la práctica clínica, el estudio y evaluación del reflejo vesical y su funcionamiento son esenciales para diagnosticar y tratar diversas afecciones y trastornos urinarios. Existen varias pruebas urodinámicas que se utilizan para evaluar la función de la vejiga y el reflejo vesical. Estas pruebas proporcionan información valiosa sobre cómo se llena y se vacía la vejiga, y cómo funcionan los músculos y los nervios asociados. Para pacientes que presentan problemas relacionados con el reflejo vesical, es crucial buscar atención médica y seguir las indicaciones del profesional de salud. En algunos casos, la rehabilitación, los medicamentos o incluso la cirugía pueden ser necesarios para tratar los problemas relacionados con el reflejo vesical. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y el cuidado regular, muchos pacientes pueden lograr una mejora significativa en su calidad de vida y en su capacidad para controlar la micción. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Cuál es el reflejo vesical?
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