DICCIONARIO MÉDICO
Resección cuneiforme del ovario
La resección cuneiforme del ovario es una técnica quirúrgica que se utiliza para extirpar una porción con forma de cuña del ovario, preservando la mayor parte de este órgano vital. Esta intervención se realiza para tratar ciertas afecciones que afectan al ovario, como quistes ováricos benignos, tumores ováricos de límites bien definidos, o en algunos casos de endometriosis ovárica. Esta cirugía es considerada conservadora, ya que el objetivo es mantener la funcionalidad del ovario y preservar la fertilidad de la paciente, en contraposición a una ooforectomía, donde se extirpa el ovario completo. Uno de los principales objetivos de la resección cuneiforme del ovario es el tratamiento de quistes ováricos benignos que no responden a otros tratamientos. Los quistes ováricos son bolsas llenas de líquido que se desarrollan en o sobre el ovario. Aunque la mayoría de los quistes ováricos son benignos y, a menudo, no presentan síntomas, en algunas ocasiones pueden causar dolor, torsión ovárica o incluso convertirse en malignos. La endometriosis ovárica, también conocida como endometrioma, es otra indicación para la resección cuneiforme. Se trata de una afección en la cual el tejido endometrial, similar al que reviste el interior del útero, crece fuera de este, y en el caso de la endometriosis ovárica, afecta específicamente a los ovarios. Esta afección puede generar quistes conocidos como "endometriomas" o "quistes de chocolate", que son acumulaciones de tejido endometrial antiguo y sangre. La técnica de la resección cuneiforme implica realizar una incisión en el ovario y extirpar la lesión en forma de cuña, asegurándose de eliminar todo el tejido afectado, pero al mismo tiempo intentando conservar la mayor cantidad posible de tejido ovárico sano. Esta conservación es fundamental para mantener la función endocrina y reproductiva del ovario. Es esencial que un patólogo examine el tejido extirpado para confirmar la naturaleza benigna de la lesión y asegurarse de que no haya células malignas presentes. En casos donde se sospecha malignidad, se podrían tomar medidas adicionales, como la extirpación completa del ovario o incluso una histerectomía, dependiendo de la situación específica. La resección cuneiforme del ovario, aunque es una técnica conservadora, no está exenta de riesgos. Algunas posibles complicaciones incluyen infección, sangrado, daño a estructuras cercanas, formación de adherencias, pérdida de la función ovárica y recurrencia de la enfermedad. Es fundamental que los pacientes estén bien informados sobre estos riesgos y discutan con su médico cualquier inquietud antes de someterse a la cirugía. La recuperación de una resección cuneiforme del ovario varía de una paciente a otra. En general, se recomienda evitar actividades intensas y relaciones sexuales durante varias semanas después de la cirugía. Los pacientes también pueden necesitar medicamentos para el dolor y seguir indicaciones específicas respecto a su cuidado postoperatorio. La decisión de someterse a una resección cuneiforme del ovario depende de varios factores, incluidos el tipo y tamaño de la lesión ovárica, la edad y el estado de salud general del paciente, así como su deseo de tener hijos en el futuro. Es fundamental que los pacientes trabajen en estrecha colaboración con su equipo médico para determinar la mejor estrategia de tratamiento para su situación. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la resección cuneiforme del ovario?
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