DICCIONARIO MÉDICO

Residente

¿Qué es un residente?

La figura del residente en Medicina se encuentra en el epicentro de la formación médica posgraduada. Tras concluir el grado en Medicina, aquellos profesionales que desean especializarse en un área específica del cuidado de la salud, emprenden un camino de formación y práctica conocido como residencia médica. Esta fase representa un periodo crucial donde el médico recién graduado comienza a ejercer su práctica bajo supervisión, adquiriendo destrezas y habilidades especializadas que lo habilitan, al concluir este periodo, a ejercer de manera autónoma en su especialidad elegida.

El proceso para llegar a ser residente inicia con la superación de un examen conocido en muchos países como el Examen MIR (Médico Interno Residente), o equivalentes dependiendo de la región geográfica. Este examen evalúa los conocimientos adquiridos durante la formación de grado y determina la capacidad del aspirante para emprender la formación especializada. Basándose en los resultados de este examen, se otorgan las plazas de residencia en las distintas especialidades médicas, siendo las más demandadas, generalmente, las más competitivas.

La duración de la residencia varía según la especialidad seleccionada. Puede oscilar entre los tres y los seis años, dependiendo de la complejidad y los requerimientos de la disciplina. Durante este tiempo, el residente rota por diferentes departamentos y unidades del hospital o centro de salud, exponiéndose a una variedad de situaciones clínicas y pacientes. Esta experiencia diversa garantiza una formación integral, preparando al residente para los retos que enfrentará como especialista.

Además de la formación práctica, el residente también se ve involucrado en actividades académicas, que pueden incluir la asistencia a seminarios, la presentación de casos clínicos, la elaboración de investigaciones y publicaciones, y la participación en congresos y otros eventos científicos. Estas actividades no solo refuerzan los conocimientos teóricos, sino que también fomentan habilidades como el pensamiento crítico, la capacidad de comunicación y la colaboración interprofesional.

Es importante destacar que, aunque el residente opera bajo supervisión, asume responsabilidades crecientes a medida que avanza en su formación. A medida que el residente acumula experiencia y demuestra competencia en las habilidades requeridas, se le confían tareas de mayor complejidad. No obstante, siempre cuenta con el respaldo y la orientación de médicos especialistas, conocidos en muchos lugares como tutores o supervisores de residencia, quienes desempeñan un papel fundamental en su formación, ofreciendo orientación, feedback y apoyo.

El bienestar del residente también es una preocupación en muchos sistemas de salud, debido a las demandas y presiones inherentes a la formación médica especializada. Se reconoce que la residencia puede ser una etapa de estrés y agotamiento, lo que ha llevado a la implementación de programas de apoyo y bienestar para residentes en muchos hospitales.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.