Retención

¿A qué se llama retención en Medicina?

En Medicina, la retención denota comúnmente la acumulación anormal o la inhabilidad de expulsar sustancias o fluidos que deberían ser eliminados o liberados por el cuerpo. Esta acumulación puede ocurrir en diversas partes del organismo y por una variedad de razones, lo que lleva a diferentes manifestaciones clínicas y enfoques terapéuticos.

Uno de los ejemplos más conocidos de retención es la retención urinaria, una condición en la que una persona no puede vaciar completamente su vejiga. Hay múltiples causas que pueden estar detrás de la retención urinaria, incluyendo obstrucciones como cálculos o tumores, problemas neurológicos, medicamentos, infecciones o debilidad del músculo de la vejiga. Es una condición que requiere atención médica, ya que la acumulación prolongada de orina puede llevar a complicaciones, incluida la infección y daño renal.

De igual forma, la retención de líquidos, también conocida como edema, es otra manifestación común del término en medicina. El edema se refiere a la hinchazón causada por la acumulación excesiva de líquido en los tejidos del cuerpo. Puede ser el resultado de problemas cardíacos, renales o hepáticos, entre otros. Esta acumulación puede ser localizada o generalizada y puede manifestarse en diferentes partes del cuerpo, desde las extremidades hasta regiones como el abdomen.

La retención también tiene una aplicación en el ámbito de la salud mental. La retención de información se refiere a la capacidad de un individuo para recordar y recuperar información. Aunque no implica una acumulación física como en los ejemplos anteriores, la retención de memoria es una función crucial para el aprendizaje y la función cognitiva diaria. Las dificultades en la retención de información pueden ser indicativas de afecciones como el deterioro cognitivo, la demencia o problemas relacionados con el envejecimiento.

En el ámbito gastroenterológico, la retención gástrica es una condición en la que el estómago no vacía sus contenidos adecuadamente. Puede ser causada por obstrucciones, disfunción muscular o problemas neurológicos que afectan la motilidad gástrica. Esta retención puede conducir a síntomas como náuseas, vómitos, distensión abdominal y dolor.

La retención también puede manifestarse en el sistema respiratorio. La retención de CO2, por ejemplo, ocurre cuando el dióxido de carbono no es exhalado adecuadamente por los pulmones y se acumula en la sangre, lo que puede llevar a la acidosis respiratoria. Esta condición puede ser el resultado de enfermedades pulmonares crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o problemas neuromusculares que afectan la respiración.

Es esencial destacar que la retención, independientemente del sistema o función corporal que afecte, no es una enfermedad en sí misma, sino más bien un síntoma o manifestación de una condición subyacente. La identificación y el tratamiento adecuado de la causa raíz son fundamentales para abordar eficazmente cualquier forma de retención.

Además, las implicaciones de la retención en medicina no se limitan simplemente a las manifestaciones clínicas. Tiene ramificaciones diagnósticas, terapéuticas y pronósticas. Por ejemplo, la retención urinaria aguda puede requerir la inserción de un catéter para aliviar el problema de inmediato. El edema puede necesitar diuréticos u otros tratamientos según la causa subyacente. La retención de CO2 puede requerir intervenciones para mejorar la ventilación.

© Clínica Universidad de Navarra 2023