DICCIONARIO MÉDICO
Retinopatía exudativa
La retinopatía exudativa, también conocida en algunos ámbitos médicos como retinopatía de Coats o enfermedad de Coats, es una afección ocular no inflamatoria y unilateral caracterizada por la aparición de anormalidades en los vasos sanguíneos de la retina, lo que lleva a la acumulación de exudados lípidos y líquido seroso en la retina y a veces en el espacio subretinal. Esta condición puede ser una amenaza para la visión si no se diagnostica y trata adecuadamente. La patogénesis exacta de esta afección aún está siendo estudiada, pero la teoría predominante sugiere que la dilatación y tortuosidad anormal de los vasos retinianos conduce a la pérdida de la función de la barrera sanguínea retiniana y, en consecuencia, a la acumulación de exudados lípidos en la retina. Estos exudados pueden ser amarillos y de aspecto algodonoso, y su presencia es uno de los principales indicadores clínicos de esta enfermedad. Uno de los principales desafíos en el diagnóstico y tratamiento de la retinopatía exudativa es su diversidad clínica. Si bien algunos pacientes pueden presentar sólo leves anormalidades vasculares sin pérdida visual, otros pueden experimentar un desprendimiento total de la retina y una pérdida visual significativa. Dadas estas variaciones, es esencial que los profesionales médicos estén familiarizados con las múltiples presentaciones de esta enfermedad para asegurar un diagnóstico y tratamiento oportunos. El diagnóstico de la retinopatía exudativa se basa principalmente en el examen oftalmológico. Durante el examen, el oftalmólogo busca dilataciones vasculares anormales, hemorragias retinianas, y la presencia de exudados lípidos. Las pruebas de imagen, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) y la angiografía con fluoresceína, también pueden ser útiles para visualizar las anormalidades vasculares y determinar la extensión de la enfermedad. El tratamiento de la retinopatía exudativa depende de la gravedad de la enfermedad y de la extensión de las lesiones retinianas. En los casos más leves, puede ser suficiente con una observación regular. Sin embargo, en los casos más graves, donde hay un riesgo significativo de pérdida visual, se pueden considerar intervenciones más invasivas, como la fotocoagulación con láser o la vitrectomía. La fotocoagulación con láser se utiliza para tratar las anormalidades vasculares y reducir la acumulación de exudados lípidos, mientras que la vitrectomía, una cirugía en la que se retira el gel vítreo del ojo, puede ser necesaria en casos de desprendimiento de retina. Es fundamental que los pacientes diagnosticados con retinopatía exudativa reciban seguimiento regular con un oftalmólogo. Aunque el tratamiento puede ser efectivo, existe el riesgo de recurrencia o de complicaciones asociadas al tratamiento. Por lo tanto, la monitorización regular es esencial para garantizar que cualquier cambio en la condición del paciente se identifique y se maneje adecuadamente. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la retinopatía exudativa?
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