DICCIONARIO MÉDICO
Retinopatía serosa central
La retinopatía serosa central, también conocida como RSC, se caracteriza por ser una enfermedad oftalmológica que afecta principalmente a la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y del reconocimiento de colores. Esta patología se presenta con un desprendimiento seroso del epitelio pigmentario retiniano y de la neuroretina, lo que lleva a una acumulación de líquido subretiniano en la región macular. El origen preciso de la RSC no se conoce completamente, aunque se han identificado ciertos factores de riesgo que incluyen el estrés, el uso de corticosteroides, trastornos endocrinos, hipertensión arterial y condiciones inflamatorias. A menudo, se la ha relacionado con individuos con personalidades tipo A, es decir, aquellos que son particularmente activos, competitivos y ansiosos. La presentación clínica de la RSC generalmente involucra síntomas como visión borrosa, metamorfopsia (una distorsión en la visión que hace que las líneas rectas aparezcan onduladas) y una reducción en la agudeza visual. No es raro que los pacientes también experimenten una alteración en la percepción de los colores y una visión reducida en el campo visual central. Desde un punto de vista diagnóstico, la angiografía con fluoresceína y la tomografía de coherencia óptica (OCT) son herramientas esenciales para identificar y monitorear la RSC. La angiografía con fluoresceína puede mostrar áreas de fuga de líquido, mientras que la OCT permite visualizar con precisión el desprendimiento seroso de la retina y el grosor retiniano. El tratamiento de la RSC a menudo depende de la gravedad y duración de la enfermedad. En muchos casos, la RSC se resuelve espontáneamente sin intervención en el transcurso de varios meses. Sin embargo, en situaciones donde la afección persiste o es particularmente grave, se pueden considerar diversas opciones terapéuticas. El tratamiento con láser ha sido una modalidad tradicional para tratar las áreas de fuga en la retina. Aunque es efectivo, el tratamiento con láser no está exento de riesgos y puede llevar a complicaciones como la formación de cicatrices o la atrofia retiniana. La terapia fotodinámica con verteporfina es otra opción que ha demostrado ser efectiva en ciertos casos. Esta terapia implica la administración intravenosa de verteporfina, seguida de la activación con luz láser en la retina, lo que lleva a la obstrucción de los vasos anormales y reduce el edema. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la retinopatía serosa central?
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