DICCIONARIO MÉDICO
Retinosquisis ligada al sexo
La retinosquisis ligada al sexo, también conocida como RS1, es una enfermedad ocular hereditaria que afecta principalmente a los varones. Se caracteriza por la separación de las capas de la retina, la parte del ojo que detecta la luz y envía señales al cerebro para formar imágenes. Esta afección tiene la peculiaridad de ser transmitida a través del cromosoma X, uno de los cromosomas que determinan el género de un individuo. La retina, una fina capa de tejido que se encuentra en la parte posterior del ojo, está compuesta por múltiples capas de células. En las personas con retinosquisis ligada al sexo, estas capas tienden a separarse, lo que conduce a la formación de pequeñas quistes o burbujas en la retina. Estos quistes pueden afectar la capacidad del ojo para transmitir imágenes claras al cerebro. Aunque la retinosquisis puede ser causada por otros factores, la variante ligada al sexo tiene un origen genético específico. Se debe a mutaciones en el gen RS1, ubicado en el cromosoma X. Las mujeres tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Debido a esta distribución cromosómica, los hombres que heredan un cromosoma X mutado presentarán la enfermedad, mientras que las mujeres que heredan el gen mutado son portadoras y pueden transmitirlo a sus descendientes, pero generalmente no muestran síntomas severos de la enfermedad. Los síntomas de la retinosquisis ligada al sexo suelen aparecer en la infancia o en la primera infancia. Estos incluyen dificultad para leer, disminución en la visión detallada (agudeza visual), y en casos graves, pérdida total de la visión. También es común que se presenten destellos o manchas flotantes en el campo visual. Sin un tratamiento adecuado, esta enfermedad puede llevar a complicaciones más graves como hemorragias en el ojo o desprendimiento de retina. El diagnóstico de la retinosquisis ligada al sexo se basa en un examen oftalmológico completo. Las pruebas específicas pueden incluir tomografía de coherencia óptica (OCT) para observar en detalle las capas de la retina, y electrorretinografía para medir la función de las células de la retina. Además, se pueden realizar pruebas genéticas para identificar mutaciones en el gen RS1. El tratamiento de la retinosquisis ligada al sexo varía según la gravedad de la afección y los síntomas del paciente. Actualmente, no hay una cura para esta enfermedad, pero se pueden tomar medidas para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Estas pueden incluir lentes correctivos, medicamentos para reducir la inflamación o la hinchazón en el ojo, y en casos graves, cirugía para tratar el desprendimiento de retina o hemorragias. Es fundamental que los pacientes con retinosquisis ligada al sexo reciban seguimiento regular por parte de un oftalmólogo especializado. La vigilancia regular permite detectar cambios o complicaciones a tiempo y ajustar el tratamiento según sea necesario. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la retinosquisis ligada al sexo?
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos