DICCIONARIO MÉDICO
Rigidez
La rigidez es una característica médica que describe la resistencia al movimiento pasivo de una articulación o músculo. En el ámbito clínico, la presencia de rigidez puede ser indicativa de diversas afecciones y patologías, que varían desde trastornos musculoesqueléticos hasta enfermedades neurológicas. La comprensión profunda de este fenómeno y sus diversas manifestaciones es esencial para el diagnóstico y tratamiento adecuado de numerosas condiciones médicas. Desde un punto de vista mecánico, la rigidez se entiende como la relación entre el cambio en el estímulo mecánico, como una fuerza aplicada, y el cambio resultante en la posición o deformación del objeto o tejido en cuestión. En el contexto del cuerpo humano, esta resistencia puede ser el resultado de la tensión muscular, cambios en la estructura del tejido, o la presencia de factores patológicos. En el ámbito neurológico, la rigidez puede ser un signo de alteración en las vías nerviosas que controlan el tono muscular. Por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson, una de las características clínicas principales es la rigidez, que se manifiesta como una resistencia sostenida al movimiento pasivo. Esta rigidez "en tubo de plomo" es el resultado de un desequilibrio en la producción y acción de neurotransmisores, particularmente la dopamina, en áreas específicas del cerebro. Por otro lado, la rigidez también puede presentarse en contextos no neurológicos. Un ejemplo es la artritis, donde la inflamación del revestimiento de las articulaciones puede llevar a una sensación de rigidez, particularmente por la mañana o después de períodos de inactividad. Aquí, la rigidez es el resultado de cambios inflamatorios y posiblemente estructurales en la articulación afectada. La rigidez también puede ser una característica de las afecciones musculares. Las miopatías, o enfermedades del músculo, pueden presentarse con rigidez como uno de sus síntomas. En estas condiciones, la estructura o función del músculo está comprometida, ya sea debido a factores genéticos, inmunológicos o metabólicos. Otro contexto en el que la rigidez es relevante es en el ámbito de las lesiones. Después de un trauma, como un esguince o una fractura, es común experimentar rigidez en la región afectada. Aquí, la rigidez puede ser el resultado de la inflamación, el edema o el proceso de curación que implica la formación de tejido cicatricial. La evaluación clínica de la rigidez involucra una combinación de historia clínica, examen físico y, en ocasiones, pruebas de diagnóstico. Es fundamental discernir la causa subyacente de la rigidez para dirigir el tratamiento adecuadamente. Dependiendo de la etiología, las intervenciones pueden variar desde terapias farmacológicas, fisioterapia, hasta intervenciones quirúrgicas. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la rigidez en Medicina?
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