DICCIONARIO MÉDICO
Rigidez de nuca
¿Qué es la rigidez de nuca? La rigidez de nuca es un término médico que hace referencia a la resistencia que se encuentra al intentar flexionar o mover el cuello hacia adelante, aproximando el mentón hacia el pecho. Se trata de un síntoma que, si bien puede ser causado por diversas afecciones, en el contexto médico, suele alertar acerca de posibles patologías graves que requieren una intervención médica inmediata. La anatomía de la región cervical es compleja. Está formada por siete vértebras que se articulan entre sí y que albergan la médula espinal. Entre cada par de vértebras, se encuentra un disco intervertebral, cuya función es amortiguar y permitir el movimiento. Los músculos y ligamentos circundantes contribuyen a la movilidad y estabilidad de esta región. Cuando hay inflamación o irritación en esta zona, puede surgir la rigidez de nuca. Una de las causas más conocidas y temidas de la rigidez de nuca es la meningitis, una inflamación de las meninges, las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta condición puede ser causada por diversos agentes patógenos, incluidos virus, bacterias, hongos y parásitos. Además de la rigidez de nuca, la meningitis puede presentar otros síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, fotofobia (sensibilidad a la luz) y, en casos más graves, alteraciones del estado de conciencia. Pero no solo la meningitis puede causar rigidez de nuca. Otras condiciones, como la hemorragia subaracnoidea (una hemorragia que ocurre entre el cerebro y las meninges), también pueden manifestar este síntoma. Asimismo, traumatismos en la región cervical, como los que ocurren en accidentes de tráfico, o condiciones degenerativas de la columna vertebral, como la hernia discal, pueden causar dolor y rigidez en la nuca. Además, existen causas menos graves de rigidez de nuca. Por ejemplo, la tensión muscular causada por posturas inadecuadas, estrés o actividades repetitivas puede llevar a una rigidez que se alivia con descanso y medidas conservadoras, como el uso de analgésicos y calor local. El abordaje diagnóstico de la rigidez de nuca es fundamental. El profesional de salud realizará una anamnesis detallada para conocer la cronología del síntoma y otros posibles síntomas asociados. Además, llevará a cabo una exploración física en la que evaluará la movilidad cervical y buscará signos de alarma, como la aparición de petequias (pequeñas manchas rojas en la piel) que pueden ser indicativas de meningitis bacteriana. Las pruebas complementarias jugarán un papel fundamental en el diagnóstico diferencial. Entre las más comunes se encuentran el análisis de sangre, la punción lumbar (para analizar el líquido cefalorraquídeo) y pruebas de imagen como la radiografía o la resonancia magnética. En cuanto al tratamiento, este dependerá de la causa subyacente. Por ejemplo, en el caso de la meningitis bacteriana, se administrarán antibióticos de amplio espectro de manera urgente, mientras que en el caso de una tensión muscular, el tratamiento puede ser más conservador. Es importante destacar que, ante la aparición de rigidez de nuca acompañada de otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza o alteraciones del estado de conciencia, se debe buscar atención médica de inmediato. Una detección temprana y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el pronóstico de enfermedades potencialmente graves. © Clínica Universidad de Navarra 2023
¿Quiere estar al día sobre temas de salud?
Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos