DICCIONARIO MÉDICO
Riñón
El riñón es un órgano urinario adosado a la pared posterior del abdomen. Se extiende entre la última vértebra torácica y la tercera lumbar (el riñón derecho se encuentra un par de centímetros más bajo que el izquierdo debido al hígado). Tiene forma de habichuela y, cuando se secciona longitudinalmente, se observan en él dos porciones de una estructura diferente: la corteza, de un color rojo burdeos, y la médula, de una tonalidad rosácea. El borde medial del riñón está excavado formando el seno renal. El riñón está rodeado por una fuerte cápsula y rodeándolo se encuentra un tejido adiposo, envuelto por la cápsula adiposa; el peritoneo cubre su cara anterior. El parénquima renal está constituido por las unidades denominadas nefronas, encargadas de filtrar la sangre y reabsorber las sustancias útiles del filtrado. La orina es vertida a los conductos colectores que desembocan en los cálices menores de la pelvis renal. La cantidad de sangre que filtran ambos riñones es aproximadamente de 180 litros diarios. Además de la eliminación de productos de desecho, los riñones están implicados en funciones esenciales como la regulación del equilibrio ácido-base, la producción de hormonas que actúan en procesos como la producción de glóbulos rojos, la regulación de la presión arterial y la modulación de la absorción de calcio. Por ende, una función renal adecuada es esencial para mantener un estado de salud óptimo. Anatómicamente, el riñón está formado por aproximadamente un millón de unidades funcionales llamadas nefronas. Estas estructuras microscópicas se encargan de filtrar la sangre y reabsorber o secretar sustancias para formar la orina. Cada nefrona se compone de un corpúsculo renal y un túbulo renal. El corpúsculo renal, integrado por el glomérulo y la cápsula de Bowman, es la zona donde se produce la filtración inicial de la sangre. Esta filtración da origen al líquido tubular, que posteriormente se modifica a medida que avanza por los túbulos renales, dando lugar finalmente a la orina. El flujo sanguíneo que llega a los riñones es impresionante, ya que estos órganos reciben aproximadamente el 20% del gasto cardíaco total. Esta alta perfusión sanguínea es esencial para mantener el proceso de filtración en condiciones óptimas. La sangre entra al riñón a través de la arteria renal, que se ramifica en arterias segmentarias y luego en arteriolas aferentes que llevan la sangre al glomérulo. La orina formada en los riñones es conducida a través de los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena hasta que es expulsada del cuerpo a través de la uretra. Es importante señalar que la formación de orina es un proceso complejo que involucra filtración, reabsorción y secreción, y es finamente regulado por diversas hormonas y señales nerviosas para asegurar que el cuerpo mantenga un equilibrio interno adecuado. Dado que los riñones desempeñan roles esenciales en la regulación y el mantenimiento de la homeostasis del cuerpo, cualquier alteración o enfermedad que afecte su función puede tener graves consecuencias para la salud. Existen múltiples enfermedades renales, que van desde infecciones como la pielonefritis hasta enfermedades crónicas como la insuficiencia renal crónica. En este sentido, es vital prestar atención a cualquier síntoma o signo que pueda indicar un problema renal, como dolor en la zona lumbar, alteraciones en la orina o hinchazón en piernas y tobillos. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el riñón?
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