Riñón flotante

¿Qué es un riñón flotante?

El riñón flotante, conocido en términos médicos como nefroptosis, es una condición en la que uno de los riñones desciende más de lo normal cuando el paciente se pone de pie. Es decir, el riñón, que normalmente permanece en su lugar debido a tejidos y grasas circundantes que actúan como una especie de "colchón protector", se desplaza hacia abajo, a menudo causando una variedad de síntomas.

La nefroptosis puede afectar la función renal adecuada y causar otros problemas si no se trata adecuadamente. Para entender completamente esta afección, es esencial comprender la anatomía del riñón y su posición en el cuerpo.

En un individuo promedio, los riñones se encuentran en el área posterior del abdomen, uno a cada lado de la columna vertebral. Están protegidos por las costillas y están rodeados por una capa de grasa y otros tejidos que ayudan a mantenerlos en su lugar. Sin embargo, en algunas personas, esta grasa se reduce o no es suficiente para mantener el riñón en su lugar, especialmente cuando están de pie o realizan movimientos específicos.

Los síntomas de la nefroptosis pueden variar de una persona a otra. Algunos pacientes pueden no presentar síntomas, mientras que otros pueden experimentar dolor en la región lumbar, especialmente cuando están de pie o caminando y alivio al acostarse. El dolor puede ser agudo y súbito o puede ser un dolor constante y sordo. Otros síntomas incluyen hematuria (presencia de sangre en la orina), infecciones recurrentes del tracto urinario, y a veces proteinuria (presencia de proteínas en la orina).

La causa exacta de la nefroptosis no siempre es clara, pero hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo. La pérdida significativa de peso, el trauma en el área del riñón, embarazos repetidos o pérdida del tejido graso circundante, son algunas de las causas más comunes. También, en algunas personas, la anatomía natural de su cuerpo puede hacer que sean más propensas a esta afección.

El diagnóstico de la nefroptosis generalmente se realiza mediante pruebas de imagen, como una ecografía renal o una tomografía computarizada. Estas pruebas pueden mostrar el desplazamiento del riñón cuando el paciente está de pie en comparación con cuando está acostado.

En cuanto al tratamiento, depende de la gravedad de los síntomas y del grado de desplazamiento del riñón. En casos leves donde los síntomas son mínimos, puede que no se requiera tratamiento alguno. Sin embargo, para aquellos que experimentan dolor severo o problemas renales debido a la condición, puede ser necesaria la intervención quirúrgica. La cirugía para corregir la nefroptosis se llama nefropexia y consiste en suturar el riñón en su posición normal dentro del abdomen para evitar que se desplace hacia abajo. Esta cirugía generalmente se realiza con un enfoque mínimamente invasivo y tiene altas tasas de éxito.

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