DICCIONARIO MÉDICO
Rotura retiniana gigante
La rotura retiniana gigante es un término médico que refiere a una ruptura en la retina de gran tamaño, específicamente una que se extiende por más de 90 grados del diámetro de la retina. Esta condición es particularmente alarmante y crítica, pues la extensión de la ruptura permite que una gran cantidad de líquido vítreo penetre en el espacio subretinal, lo que puede llevar a un desprendimiento retiniano, una afección que, si no se trata adecuadamente, puede resultar en la pérdida de la visión. Ubicada en la parte posterior del ojo, la retina es una capa delgada y sensible a la luz, compuesta por células nerviosas que captan la luz y la convierten en señales eléctricas que se envían al cerebro a través del nervio óptico. Cuando hablamos de una rotura retiniana, nos referimos a una interrupción o daño en esta estructura. Una rotura de gran tamaño, como la rotura retiniana gigante, es un evento raro pero extremadamente grave, y se considera una urgencia médica. La aparición de una rotura retiniana gigante puede ser resultado de diversos factores. Entre los más comunes se encuentran los traumatismos oculares, que pueden ser causados por golpes directos en el ojo o lesiones penetrantes. Sin embargo, en algunos casos, puede no haber un evento traumático identificable asociado a la rotura. Las personas miopes, especialmente aquellas con alta miopía, están en mayor riesgo de desarrollar roturas retinianas, incluidas las de gran tamaño. Clínicamente, un individuo con una rotura retiniana gigante puede experimentar síntomas como una disminución repentina de la visión, la aparición de moscas volantes (pequeñas manchas oscuras que flotan en el campo visual), destellos luminosos o una sombra que avanza en el campo visual, simbolizando el desprendimiento de la retina. El diagnóstico de una rotura retiniana gigante se realiza mediante un examen ocular exhaustivo, donde el especialista, utilizando herramientas de dilatación y oftalmoscopios, inspeccionará la retina en busca de signos de ruptura o desprendimiento. Es posible que se requieran pruebas de imagen adicionales, como la tomografía de coherencia óptica (OCT) o la ecografía ocular, para evaluar la extensión y gravedad del daño. El tratamiento de una rotura retiniana gigante es quirúrgico y se orienta a reparar la retina y reanexarla a su lugar original en la pared ocular. Dependiendo de la extensión y localización de la rotura, se pueden emplear técnicas como la vitrectomía, donde se extrae el líquido vítreo y se reemplaza con una solución salina o gas especial; o la esclerectomía, que implica suturar un segmento de material sintético o esponjoso en la parte externa del ojo para inducir una compresión que favorezca el reanexamiento de la retina. En ocasiones, se pueden combinar diferentes técnicas para lograr el mejor resultado posible. La recuperación posterior a la cirugía requiere un seguimiento médico cercano para asegurar que la retina se mantenga en su lugar y para detectar y tratar oportunamente cualquier posible complicación. La visión puede no volver a ser la misma que antes de la rotura, y la recuperación visual total dependerá de la rapidez con la que se haya intervenido y la extensión del daño inicial. En el ámbito de la prevención, es fundamental que las personas con factores de riesgo, como alta miopía o antecedentes de traumatismos oculares, se sometan a revisiones oftalmológicas regulares. La detección temprana de pequeñas roturas o áreas débiles en la retina puede permitir intervenciones menos invasivas y mejores resultados visuales a largo plazo. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la rotura retiniana gigante?
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