DICCIONARIO MÉDICO
Sacralgia
La sacralgia, también conocida como dolor sacro, es una condición médica que se caracteriza por el dolor en el sacro, una estructura ósea situada en la base de la columna vertebral, formada por la fusión de cinco vértebras sacras. Esta área forma la parte posterior de la pelvis y es crucial para la transferencia de peso y las fuerzas entre la columna vertebral superior y los miembros inferiores. El dolor sacro puede ser agudo o crónico, y puede variar en intensidad desde una leve molestia hasta un dolor intenso e incapacitante. Puede ser localizado en un punto específico, o puede irradiarse hacia los glúteos, la región lumbar o incluso hacia los miembros inferiores. Es importante mencionar que la sacralgia puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes, limitando su movilidad y actividades diarias. La sacralgia puede ser causada por una variedad de condiciones y factores. Uno de los más comunes es la sobrecarga mecánica, que puede ser el resultado de actividades físicas intensas, malas posturas o traumatismos directos en la región sacra. Las enfermedades degenerativas de la columna vertebral, como la osteoartritis, también pueden afectar al sacro y causar dolor. Otras condiciones que pueden llevar a la sacralgia incluyen las infecciones, los tumores, las fracturas por estrés, la sacroileitis (la inflamación de las articulaciones sacroilíacas), y las enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante. El diagnóstico de la sacralgia se basa en la evaluación clínica, que incluye una cuidadosa historia médica y un examen físico exhaustivo. Los médicos buscarán signos de dolor a la palpación del sacro, restricción de la movilidad, y signos de irradiación del dolor. Además, se pueden solicitar pruebas de imagen, como radiografías, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM), para evaluar la estructura del sacro y buscar posibles causas del dolor. El tratamiento de la sacralgia depende en gran medida de la causa subyacente. Puede incluir la administración de medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, como analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. En algunos casos, pueden utilizarse inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación en la región sacra. Además, la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ser útiles para mejorar la movilidad, fortalecer los músculos de la región lumbar y sacra, y enseñar posturas y técnicas de movimiento correctas. En casos severos o refractarios a otros tratamientos, puede considerarse la cirugía, aunque esto es relativamente raro. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la sacralgia?
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