DICCIONARIO MÉDICO
Sarcoma inmunoblástico
El término sarcoma inmunoblástico se emplea con menos frecuencia en la literatura médica actual debido a la evolución de las clasificaciones de los tumores. Este término se usaba anteriormente para describir un subtipo de linfoma no Hodgkin, específicamente el linfoma difuso de grandes células B, subtipo inmunoblástico. Este tipo de linfoma es una neoplasia maligna del sistema linfático, que se origina en los linfocitos B, un tipo de glóbulo blanco que juega un papel crucial en la respuesta inmunitaria del organismo. El linfoma difuso de grandes células B es el linfoma no Hodgkin más común y representa aproximadamente el 30% de todos los casos. Se caracteriza por la proliferación de células B grandes en los ganglios linfáticos y otras partes del cuerpo. El subtipo inmunoblástico se distingue por la presencia de inmunoblastos, que son células B grandes y activadas con un nucleolo prominente. Los pacientes con este tipo de linfoma pueden presentar una variedad de síntomas, dependiendo de la localización y la extensión de la enfermedad. Los síntomas más comunes son los ganglios linfáticos inflamados, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso inexplicada. Otros síntomas pueden incluir cansancio, falta de apetito, infecciones recurrentes y síntomas específicos relacionados con la afectación de otros órganos. El diagnóstico del linfoma difuso de grandes células B, subtipo inmunoblástico, se realiza a través de una biopsia de un ganglio linfático o de otra masa tumoral. En esta biopsia se pueden observar las características células grandes y la presencia de inmunoblastos. Además, se realizan pruebas de inmunohistoquímica y genética para confirmar el diagnóstico y clasificar el tumor. También pueden realizarse estudios de imagen y otras pruebas para determinar la extensión de la enfermedad. El tratamiento de este tipo de linfoma incluye principalmente quimioterapia, que puede combinarse con inmunoterapia en algunos casos. El régimen de quimioterapia más frecuentemente utilizado es el CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina y prednisona), que a menudo se combina con un anticuerpo monoclonal llamado rituximab, que se dirige específicamente a las células B. En casos seleccionados, puede considerarse la radioterapia, el trasplante de células madre o ensayos clínicos con nuevos tratamientos. El pronóstico de los pacientes con linfoma difuso de grandes células B, subtipo inmunoblástico, depende de varios factores, incluyendo la edad del paciente, el estado general de salud, el estadio de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. En general, este tipo de linfoma es agresivo pero potencialmente curable, especialmente si se diagnostica y se trata en las primeras etapas de la enfermedad. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el sarcoma inmunoblástico?
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