DICCIONARIO MÉDICO
Semimembranoso
En el extenso y minucioso campo de la anatomía humana, el músculo semimembranoso es un componente vital del compartimento posterior del muslo, esencial para una variedad de movimientos y funciones físicas. Este músculo desempeña roles fundamentales en la locomoción, la estabilidad y la capacidad de realizar movimientos que requieren la flexión de la rodilla y la extensión de la cadera. Anatómicamente, el músculo semimembranoso es uno de los tres músculos isquiotibiales, junto con el bíceps femoral y el semitendinoso. Los músculos isquiotibiales, en conjunto, son cruciales para la flexión de la rodilla y la extensión de la cadera. El músculo semimembranoso se denomina así debido a su membrana distintiva, una expansión aplanada que distingue a este músculo de los otros dos isquiotibiales. El semimembranoso se origina en la tuberosidad isquiática, compartiendo su origen con el músculo semitendinoso. Desde allí, desciende por la parte posterior del muslo y se inserta en la cara posterior de la tibia, una de las dos huesos largos de la parte inferior de la pierna. En su camino, su membrana aplanada se adhiere a distintas estructuras, incluyendo la fascia del muslo, lo que contribuye a la estabilidad y fuerza del muslo. El músculo semimembranoso está inervado por el nervio tibial, una rama del nervio ciático, el nervio más largo y grueso del cuerpo humano. Esta inervación permite al músculo semimembranoso participar en movimientos complejos y coordinados que implican la cadera y la rodilla. Además, este músculo recibe su suministro de sangre principalmente de las ramas de la arteria femoral. Funcionalmente, el músculo semimembranoso desempeña varios roles. Primero, es esencial para la flexión de la rodilla, el proceso de doblar la rodilla para acercar el talón al glúteo. Además, el semimembranoso también contribuye a la extensión de la cadera, que es el movimiento de empujar la cadera hacia adelante. También juega un papel en la rotación medial de la tibia cuando la rodilla está flexionada. Esto se refiere a la capacidad de girar la pierna hacia adentro. El músculo semimembranoso, al igual que cualquier otra estructura del cuerpo humano, puede verse afectado por una variedad de condiciones médicas. Por ejemplo, las lesiones de los isquiotibiales son comunes en los atletas y pueden variar desde un estiramiento menor hasta una rotura completa. Estas lesiones suelen producirse durante actividades que requieren correr o saltar. En tales casos, puede producirse un dolor agudo en la parte posterior del muslo, acompañado de hinchazón y moretones. El tratamiento de las lesiones del semimembranoso varía en función de la gravedad de la lesión y puede incluir fisioterapia, uso de analgésicos y, en casos severos, cirugía. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es semimembranoso?
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