DICCIONARIO MÉDICO
Sensibilidad al contraste
La sensibilidad al contraste en el campo de la Medicina, más precisamente en la Oftalmología, es una medida de la habilidad del sistema visual para distinguir entre un objeto y su fondo, y percibir los detalles y contornos de ese objeto, especialmente en condiciones de luz baja o difusa. Esta habilidad es fundamental para llevar a cabo diversas tareas diarias, como leer, conducir y reconocer caras. El concepto de sensibilidad al contraste se utiliza ampliamente en la práctica clínica y en la investigación para evaluar y diagnosticar diversas afecciones oculares y visuales, desde los trastornos de la refracción hasta las enfermedades retinianas y neuro-oftalmológicas. El sistema visual humano se basa en su capacidad para detectar diferencias en la luminancia, o niveles de luz, entre diferentes áreas de una imagen. Esto es lo que se conoce como contraste. La sensibilidad al contraste, por tanto, se refiere a la menor diferencia de luminancia que un individuo puede detectar entre un objeto y su fondo. Se mide mediante pruebas específicas que presentan a los sujetos patrones de barras de luz y oscuridad, conocidos como gráficos sinusoidales, de diferentes frecuencias espaciales (medidas en ciclos por grado) y niveles de contraste. Las frecuencias espaciales bajas corresponden a patrones de barras gruesas y frecuencias espaciales altas corresponden a patrones de barras delgadas. Una persona con una buena sensibilidad al contraste será capaz de detectar diferencias de contraste en un amplio rango de frecuencias espaciales. Las dificultades para distinguir estos patrones pueden indicar una disminución de la sensibilidad al contraste, lo que puede ser un signo de varias condiciones oftalmológicas. En oftalmología clínica, la evaluación de la sensibilidad al contraste puede proporcionar una visión más completa de la función visual que las pruebas de agudeza visual solas. Aunque una persona puede tener una agudeza visual de 20/20, puede experimentar dificultades en situaciones de bajo contraste, como conducir de noche, en la penumbra o en condiciones de luz brillante y difusa. Al evaluar la sensibilidad al contraste, los médicos pueden detectar estas dificultades y proporcionar tratamientos más efectivos y dirigidos. La disminución de la sensibilidad al contraste puede ser causada por una serie de factores, incluyendo las enfermedades del ojo como la catarata, el glaucoma y las enfermedades de la retina, así como ciertos trastornos neurológicos y el envejecimiento normal. Por ejemplo, las cataratas, que son una opacidad del cristalino del ojo, pueden disminuir la sensibilidad al contraste al interferir con la transmisión de la luz al ojo. Del mismo modo, el glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico, puede reducir la sensibilidad al contraste al afectar el funcionamiento de las células ganglionares de la retina, que son esenciales para la percepción del contraste. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la sensibilidad al contraste?
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