Seudotumor orbitario

¿Qué es un seudotumor orbitario?

El seudotumor orbitario, conocido también como enfermedad inflamatoria orbitaria idiopática, es una afección que involucra inflamación del área de la órbita, el espacio en el cráneo donde se ubica el ojo. A pesar de su nombre, no es un tumor, es decir, no es una neoplasia o un crecimiento anormal de células. El término "seudotumor" se refiere a que los síntomas y signos de la afección pueden simular los de un tumor, pero la afección es de origen inflamatorio y no tumoral.

Esta condición puede afectar a individuos de cualquier edad y se presenta comúnmente con una serie de síntomas que pueden variar en gravedad y duración. Los síntomas comunes pueden incluir dolor ocular, enrojecimiento del ojo, hinchazón alrededor del ojo, cambios en la visión, visión doble (diplopía), protrusión del ojo (exoftalmos) y, en algunos casos, pérdida de la visión. La gravedad y la presentación de los síntomas pueden variar ampliamente de un paciente a otro.

El diagnóstico de un seudotumor orbitario es a menudo un desafío y requiere un enfoque de exclusión, ya que no hay pruebas específicas que confirmen la afección. Se puede realizar una serie de pruebas de diagnóstico para descartar otras condiciones que pueden causar síntomas similares, como infecciones, tumores o afecciones autoinmunes. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre, biopsias y estudios de imagen, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), que pueden ayudar a identificar la inflamación en la órbita.

El tratamiento del seudotumor orbitario generalmente implica medidas para reducir la inflamación. Los corticosteroides son la piedra angular del tratamiento y pueden administrarse por vía oral o, en casos graves, por vía intravenosa. Si los síntomas no responden al tratamiento con corticosteroides, pueden utilizarse otros fármacos inmunosupresores. En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión en la órbita, especialmente si la afección está amenazando la visión. El pronóstico de la afección es generalmente favorable con tratamiento, pero puede haber complicaciones si no se trata, como la pérdida de la visión.

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