DICCIONARIO MÉDICO
Shock espinal
El shock espinal es una condición grave y potencialmente mortal que puede ocurrir tras una lesión de la médula espinal. Se caracteriza por una disminución o pérdida completa de la función motora, sensorial y autonómica por debajo del nivel de la lesión, que puede resultar en parálisis, pérdida de sensación y pérdida de control de los sistemas corporales, como el sistema cardiovascular, el sistema respiratorio y el sistema gastrointestinal. La médula espinal es una extensión del sistema nervioso central y es responsable de transmitir mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo. Está protegida por la columna vertebral, que consiste en una serie de huesos llamados vértebras. Cuando se produce una lesión en la médula espinal, puede dañarse la capacidad de transmitir mensajes, lo que puede resultar en una interrupción de las funciones corporales por debajo del nivel de la lesión. El shock espinal es una emergencia médica que requiere un tratamiento inmediato. Los signos y síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad de la lesión de la médula espinal, pero pueden incluir debilidad o parálisis en los brazos, las piernas o el tronco, pérdida de sensación, incluyendo la capacidad para sentir frío, calor y contacto, pérdida de control de la vejiga y los intestinos, y cambios en la función sexual. En los casos más graves, puede ocurrir la insuficiencia respiratoria y la hipotensión. El mecanismo exacto del shock espinal no se comprende completamente, pero se cree que implica una interrupción de las vías nerviosas que controlan las funciones corporales por debajo del nivel de la lesión. Cuando se produce una lesión de la médula espinal, puede ocurrir una inflamación que puede dañar o destruir las neuronas y las vías nerviosas. Además, la interrupción del suministro de sangre a la médula espinal puede causar una lesión isquémica, que puede resultar en la muerte de las células nerviosas y una mayor disfunción. El diagnóstico del shock espinal se basa en la presentación clínica y las pruebas de imagen, como la radiografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Las pruebas de imagen pueden ayudar a identificar la ubicación y la gravedad de la lesión de la médula espinal, así como a excluir otras causas de los síntomas, como una hernia discal o un tumor. El tratamiento del shock espinal se centra en la estabilización del paciente, la prevención de un daño mayor y el tratamiento de la lesión de la médula espinal. Esto puede incluir la administración de medicamentos para controlar la inflamación y mejorar el flujo sanguíneo a la médula espinal, la inmovilización de la columna vertebral para prevenir una lesión mayor, y en algunos casos, la cirugía para reparar la lesión de la médula espinal o para estabilizar la columna vertebral. La rehabilitación es una parte crucial del tratamiento y puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla para ayudar a los pacientes a recuperar la función y la independencia. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el shock espinal?
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