Signo de Froment

¿Qué es el signo de Froment?

El signo de Froment es un hallazgo clínico observado durante el examen físico del sistema neuromuscular, particularmente en la evaluación de la función del nervio cubital. Este signo lleva el nombre de Jules Froment, un neurólogo francés que lo describió por primera vez a principios del siglo XX.

Para entender el signo de Froment, es esencial considerar la anatomía del antebrazo y la mano, y la función del nervio cubital. El nervio cubital es uno de los tres principales nervios que proporcionan inervación sensorial y motora al antebrazo y la mano. Entre sus funciones, el nervio cubital inerva los músculos que permiten la flexión y la aducción del pulgar, como el aductor del pulgar y parte del flexor profundo de los dedos.

El signo de Froment se manifiesta cuando se le pide al paciente que sujete un objeto, como una hoja de papel, entre el pulgar y el índice. En una persona con una función nerviosa cubital normal, el aductor del pulgar es lo suficientemente fuerte para mantener el papel en su lugar. Sin embargo, en un individuo con debilidad del aductor del pulgar debido a la neuropatía cubital, el flexor del pulgar (que está inervado por el nervio mediano) intentará compensar la debilidad del aductor. Esta compensación se observa como una flexión del pulgar mientras intenta sostener el papel, lo cual se conoce como el signo de Froment.

Es importante tener en cuenta que el signo de Froment es sólo uno de varios signos que pueden indicar una lesión del nervio cubital. Otros hallazgos que pueden sugerir una neuropatía cubital incluyen una debilidad en la abducción y aducción de los dedos, atrofia de la eminencia hipotenar y una disminución de la sensibilidad en el lado ulnar de la mano y el antebrazo.

La observación del signo de Froment puede proporcionar una valiosa pista diagnóstica que permita al médico identificar una posible lesión del nervio cubital. Sin embargo, el diagnóstico definitivo de una neuropatía cubital generalmente requiere la realización de estudios electrodiagnósticos adicionales, como la electromiografía y la conducción nerviosa, para confirmar la presencia de una lesión del nervio cubital y para ayudar a determinar la localización y la gravedad de la lesión.

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