DICCIONARIO MÉDICO
Signo de Ortolani
El signo de Ortolani es un procedimiento médico de evaluación clínica que se realiza en los recién nacidos y los lactantes para evaluar la presencia de una displasia de cadera (DDC), una anomalía congénita que implica una articulación de la cadera inestable debido a un desarrollo anormal. Esta prueba clínica, descrita por primera vez por el médico italiano Marino Ortolani en 1937, es un componente esencial del examen físico pediátrico en las primeras etapas de la vida y se realiza rutinariamente para identificar cualquier anomalía de la cadera que pueda requerir un tratamiento temprano. El procedimiento del signo de Ortolani se lleva a cabo con el niño en decúbito supino, con las caderas y las rodillas flexionadas a 90 grados. El examinador coloca sus manos de tal manera que los pulgares se sitúan sobre la cara interna de las rodillas del niño, mientras los dedos índice y medio se colocan sobre la zona de la articulación de la cadera, palpando la zona de los trocánteres mayores del fémur. A partir de esta posición, se realiza una maniobra que consiste en aplicar una suave presión con los dedos hacia adelante y hacia afuera. Si la cadera está luxada o subluxada, al realizar este movimiento, el fémur se desliza hacia el interior de la cavidad acetabular con un "clic" audible o palpable, que se conoce como el signo positivo de Ortolani. Este "clic" representa la reubicación del fémur en el acetábulo, la parte de la pelvis que conforma la articulación de la cadera. En la práctica clínica, la maniobra de Ortolani se realiza habitualmente junto con la maniobra de Barlow, otra prueba que evalúa la estabilidad de la articulación de la cadera. Mientras que la maniobra de Ortolani busca confirmar la reducción de una cadera previamente luxada, la maniobra de Barlow prueba la integridad de la articulación de la cadera al intentar luxar una cadera que está correctamente posicionada en el acetábulo. Es crucial mencionar que estas maniobras deben ser realizadas por profesionales de la salud capacitados y con experiencia, ya que una ejecución incorrecta puede generar resultados falsos positivos o negativos, y también puede provocar daño en la articulación de la cadera. De igual manera, es importante señalar que tanto el signo de Ortolani como el de Barlow son más eficaces durante las primeras semanas de vida. A medida que el niño crece y los tejidos alrededor de la cadera se vuelven más rígidos, estas pruebas pueden perder su sensibilidad. Si bien la maniobra de Ortolani es una herramienta de diagnóstico útil para la detección temprana de la DDC, la ausencia de un signo de Ortolani positivo no excluye completamente la posibilidad de la enfermedad. En estos casos, si se sospecha de una DDC basándose en otros factores de riesgo o signos clínicos, se pueden emplear otras técnicas de diagnóstico por imagen, como la ecografía de la cadera o la radiografía, para una evaluación más precisa. La DDC es una de las anomalías musculoesqueléticas congénitas más comunes en los recién nacidos y, si no se detecta y se trata a tiempo, puede dar lugar a complicaciones a largo plazo, como una marcha anormal, dolor de cadera y posiblemente artrosis de cadera en la adultez temprana. Por tanto, la identificación temprana de la DDC mediante la maniobra de Ortolani y otras técnicas de evaluación es crucial para un tratamiento temprano y efectivo, y para prevenir posibles secuelas futuras. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el signo de Ortolani?
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