DICCIONARIO MÉDICO
Síndrome del escaleno
El síndrome del escaleno es una condición médica caracterizada por el compromiso de los nervios o vasos sanguíneos que pasan entre los músculos del cuello, especialmente los músculos escalenos. Este síndrome es también conocido como síndrome del desfiladero torácico anterior. El compromiso de estas estructuras anatómicas puede resultar en síntomas de dolor, debilidad y alteraciones sensoriales en los brazos y las manos, con potencial para generar complicaciones a largo plazo si no se trata adecuadamente. La anatomía del cuello y la región superior del tórax es compleja, compuesta por músculos, huesos, nervios y vasos sanguíneos, todos ubicados en proximidad cercana, y cualquier anomalía o trastorno en esta región puede desencadenar el síndrome del escaleno. Los músculos escalenos son un grupo de tres músculos ubicados a ambos lados del cuello, denominados escaleno anterior, medio y posterior. Estos músculos intervienen en los movimientos del cuello y la columna cervical y también asisten en la respiración elevando las dos primeras costillas durante la inspiración profunda. El síndrome del escaleno se manifiesta cuando estos músculos comprimen o irritan las estructuras neurovasculares cercanas, especialmente los componentes del plexo braquial o las arterias subclavias. Esta compresión puede deberse a variaciones anatómicas, espasmo muscular, presencia de una costilla cervical adicional o cicatrización post-traumática. La presentación clínica del síndrome del escaleno puede incluir dolor en el cuello, hombro, brazo y mano, debilidad en los músculos del brazo y de la mano, y sensaciones anormales como parestesias o disestesias. Estos síntomas pueden agravarse con movimientos específicos del cuello o del brazo, o durante actividades que requieran la elevación de los brazos. Los pacientes pueden presentar también síntomas vasculares como palidez, cianosis o hinchazón en el miembro afectado debido al compromiso vascular concomitante. El diagnóstico del síndrome del escaleno requiere un examen físico detallado y un análisis minucioso de la historia clínica del paciente para descartar otras condiciones que pueden presentar síntomas similares, como síndrome de túnel carpiano, radiculopatía cervical o síndrome de salida torácica neurogénica. Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancia magnética (RM) o ultrasonido, pueden ayudar a visualizar anomalías anatómicas o inflamación en la región del cuello y el tórax superior. Los estudios neurofisiológicos, como electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa, pueden evaluar la función de los nervios afectados. El tratamiento del síndrome del escaleno se orienta hacia la causa subyacente y los síntomas específicos del paciente. Las medidas conservadoras como fisioterapia, ejercicios de estiramiento, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y relajantes musculares pueden ser eficaces en casos leves a moderados. Los pacientes con síntomas persistentes, graves o incapacitantes pueden requerir intervenciones más invasivas como inyecciones de corticosteroides o cirugía para liberar la compresión de las estructuras afectadas. La educación del paciente sobre modificaciones del estilo de vida y ergonomía es también fundamental para manejar y prevenir la recurrencia de los síntomas. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el síndrome del escaleno?
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