DICCIONARIO MÉDICO

Síndrome de fallo multiorgánico

¿Qué es el síndrome de fallo multiorgánico?

El síndrome de fallo multiorgánico, a veces referido como insuficiencia multiorgánica, es una condición clínica compleja y grave que se caracteriza por la disfunción y fallo progresivo de dos o más sistemas de órganos. Esta alteración se produce como respuesta a una lesión o enfermedad aguda y puede conducir a complicaciones significativas, incluyendo el riesgo de muerte. Debido a su naturaleza y gravedad, los pacientes que presentan síndrome de fallo multiorgánico requieren habitualmente atención médica intensiva.

Este síndrome no es una enfermedad en sí misma, sino una serie de respuestas patológicas secundarias a una afección inicial. Puede ser provocado por una variedad de eventos, incluyendo, pero no limitado a, sepsis, trauma grave, enfermedades crónicas severas, cirugías de alto riesgo o complicadas y quemaduras extensas. En muchos casos, la sepsis, una reacción sistémica grave a una infección, es la causa subyacente del fallo multiorgánico.

La patogénesis del síndrome de fallo multiorgánico aún no se entiende completamente, pero se cree que se asocia a una respuesta inflamatoria sistémica exagerada o incontrolada, un fenómeno que conduce a la disfunción de órganos no infectados y puede afectar a órganos distantes del foco inicial de la enfermedad. Esta respuesta inflamatoria puede activar diversas cascadas bioquímicas y celulares, como la liberación de citoquinas proinflamatorias, la activación de células inmunitarias, la coagulación intravascular diseminada y la disfunción endotelial, que contribuyen a la lesión y fallo de los órganos.

Las manifestaciones clínicas del síndrome de fallo multiorgánico pueden variar ampliamente y dependen de los órganos afectados. Pueden incluir, entre otros, insuficiencia respiratoria, disfunción renal, encefalopatía, alteraciones hepáticas, coagulación intravascular diseminada, alteraciones metabólicas y fallo cardiovascular. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica, la historia médica del paciente, las pruebas de laboratorio y las imágenes radiológicas, y a menudo requiere la exclusión de otras condiciones.

El tratamiento del síndrome de fallo multiorgánico implica enfoques terapéuticos dirigidos a tratar la causa subyacente, si se conoce, y a mantener la función de los órganos. Esto puede implicar una combinación de intervenciones médicas y quirúrgicas, incluyendo, pero no limitado a, antibióticos para las infecciones, terapias de soporte como ventilación mecánica o diálisis, fluidos intravenosos y fármacos vasoactivos para mantener la presión arterial y la perfusión de órganos, y medidas de soporte nutricional.

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