Síndrome de Frey

¿Qué es el síndrome de Frey?

El síndrome de Frey es una afección rara, también conocida como síndrome de la auriculotemporal o síndrome de la sudoración gustativa, descrita por primera vez por el neurólogo polaco Lucja Frey en 1923. Es una condición caracterizada por enrojecimiento y sudoración en la región de la cara, cerca de la oreja, que se produce al comer o pensar en alimentos. Esta sudoración y enrojecimiento facial es el resultado de una alteración en las fibras del nervio auriculotemporal, que se daña debido a una lesión, una cirugía o una infección en la glándula parótida. 

Las fibras nerviosas dañadas crecen de nuevo durante el proceso de curación, pero algunas fibras que deberían estar dirigidas a la glándula salival pueden reconectarse erróneamente con las fibras del sudor y los vasos sanguíneos, lo que provoca la característica sudoración y enrojecimiento al comer. Este fenómeno se conoce como sudoración gustativa porque el estímulo para la sudoración es el gusto de los alimentos.

Los síntomas del síndrome de Frey pueden variar en gravedad y frecuencia. Algunas personas pueden tener episodios frecuentes de sudoración y enrojecimiento, mientras que otras pueden tener solo episodios ocasionales. Además, los síntomas pueden ser unilaterales o bilaterales. El síndrome de Frey puede ser incómodo y causar angustia emocional, pero no es una afección peligrosa ni dañina para la salud.

El diagnóstico del síndrome de Frey se basa en la historia clínica y en una prueba llamada prueba de almidón yodado. Esta prueba implica aplicar una solución de yodo en la piel de la región afectada y luego espolvorear almidón sobre el área. Cuando la persona come algo y la piel comienza a sudar, el almidón y el yodo reaccionan, cambiando de color, lo que indica que ha habido sudoración en esa área.

El tratamiento del síndrome de Frey depende de la gravedad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida de la persona. Los casos leves a menudo no requieren tratamiento, mientras que los casos más graves pueden beneficiarse de varias opciones de tratamiento. Estas pueden incluir el uso de antitranspirantes tópicos, medicamentos por vía oral para reducir la sudoración, y en casos más severos, la inyección de toxina botulínica en la piel para bloquear las señales que causan la sudoración, o la cirugía para cortar las fibras nerviosas responsables.

© Clínica Universidad de Navarra 2023