DICCIONARIO MÉDICO
Síndrome de Ramsay-Hunt
El síndrome de Ramsay Hunt, denominado también como herpes zóster ótico, se identifica como una complicación neurológica aguda que involucra la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo virus responsable de la varicela, en el ganglio geniculado del nervio facial. Es esencial comprender que este síndrome es más que una afección médica, siendo una entidad patológica que impone retos significativos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, lo que subraya la importancia de abordar la enfermedad desde una perspectiva integradora y basada en evidencia. Esta afección se caracteriza por una combinación de síntomas y signos clínicos que incluyen parálisis facial periférica, erupción vesicular en el oído externo (herpes zóster ótico) y, en ocasiones, puede afectar también la boca. El dolor es una manifestación prominente del síndrome y puede preceder otros síntomas, y en algunos casos, puede persistir después de la resolución de la erupción cutánea, condición conocida como neuralgia postherpética. También pueden presentarse síntomas como pérdida del gusto en los dos tercios anteriores de la lengua, hiperacusia, y vértigo o alteraciones del equilibrio, reflejando la diversidad sintomática de este síndrome. La incidencia del síndrome de Ramsay Hunt aumenta con la edad, teniendo una correlación significativa con el declive inmunológico natural asociado con el envejecimiento. La implicación del sistema inmunológico resalta la relevancia de mantener un sistema inmune robusto como medida preventiva contra la reactivación viral. La confirmación diagnóstica del síndrome se realiza principalmente a través de la evaluación clínica, y en casos dudosos, se pueden emplear pruebas de laboratorio para detectar el ADN del virus varicela-zóster. El abordaje terapéutico del síndrome de Ramsay Hunt se fundamenta en la administración temprana de antivirales, como el aciclovir, junto con corticosteroides para reducir la inflamación y mejorar la recuperación del nervio facial. Es imperativo iniciar el tratamiento en las primeras 72 horas desde la aparición de los síntomas para maximizar las oportunidades de recuperación completa y minimizar el riesgo de complicaciones a largo plazo, como la parálisis facial persistente y la neuralgia postherpética. La fisioterapia también puede ser beneficioso para mejorar la función del nervio facial. Además, la atención de soporte y el manejo del dolor son componentes cruciales en el cuidado de los pacientes con síndrome de Ramsay Hunt. El manejo integral del dolor puede implicar el uso de analgésicos, antidepresivos tricíclicos, o anticonvulsivantes. La intervención multidisciplinaria, que incluye el manejo del dolor, fisioterapia, y soporte psicológico, es fundamental para abordar los múltiples aspectos de la morbilidad asociada con este síndrome. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el síndrome de Ramsay-Hunt?
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