DICCIONARIO MÉDICO
Síndrome del seno cavernoso
El síndrome del seno cavernoso constituye una entidad clínica que se origina a partir de la afectación del seno cavernoso, una estructura vascular localizada en la base del cráneo, situada a cada lado de la silla turca. Esta condición médica es de suma importancia dada la confluencia de estructuras neurales y vasculares cruciales en el seno cavernoso, entre las cuales se encuentran los nervios craneales III, IV, V1, V2 y VI, además de la arteria carótida interna y varias venas tributarias. La disfunción o compromiso de estas estructuras debido al síndrome puede dar lugar a manifestaciones clínicas significativas y heterogéneas, siendo esencial un abordaje diagnóstico y terapéutico temprano y adecuado para evitar complicaciones severas y optimizar los resultados clínicos. En el contexto médico, el síndrome del seno cavernoso puede ser atribuido a una variedad de etiologías. Los procesos infecciosos son causas predominantes, con la propagación de infecciones desde estructuras adyacentes como los senos paranasales, la cara o la cavidad oral, que pueden invadir el seno cavernoso y desencadenar procesos inflamatorios e infecciosos en su interior. Las trombosis se presentan como otra causa relevante, en donde la formación de coágulos sanguíneos en el seno cavernoso puede conducir a la obstrucción del flujo sanguíneo y a la consecuente isquemia e inflamación. Asimismo, la presencia de tumores, lesiones expansivas o procesos inflamatorios como la enfermedad de Tolosa-Hunt, pueden generar un incremento de la presión intracavernosa, afectando así la funcionalidad de las estructuras contenidas en el seno cavernoso. La afectación de los nervios craneales en el contexto del síndrome del seno cavernoso puede manifestarse clínicamente como oftalmoplejía, pérdida de la sensibilidad en la frente y la mejilla, dolor periorbitario, ptosis y proptosis. En situaciones avanzadas o no tratadas, la afectación de la arteria carótida interna puede conllevar complicaciones cerebrovasculares graves. El diagnóstico de este síndrome se fundamenta en una cuidadosa anamnesis y examen clínico, complementados con estudios de imagen como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, que permiten visualizar de manera detallada las estructuras del seno cavernoso y detectar alteraciones como engrosamiento, ocupación o alteración del flujo sanguíneo en su interior. Los estudios de laboratorio pueden coadyuvar en la identificación de procesos infecciosos o inflamatorios subyacentes, permitiendo así un enfoque diagnóstico integral y el diseño de un plan terapéutico individualizado. Desde el punto de vista terapéutico, el tratamiento del síndrome del seno cavernoso se orienta a la etiología subyacente. En el contexto de procesos infecciosos, los antimicrobianos de amplio espectro se erigen como pilar terapéutico, ajustándose posteriormente según el agente etiológico identificado y su perfil de sensibilidad. Para el manejo de la trombosis del seno cavernoso, los anticoagulantes como la heparina son fundamentales, mientras que las terapias dirigidas, la cirugía o la radioterapia pueden estar indicadas en el contexto de tumores o lesiones expansivas. La atención interdisciplinar es esencial en el manejo del síndrome del seno cavernoso, con la participación de profesionales de neurología, oftalmología, infectología, y radiología, entre otros, que permiten abordar de manera integral las distintas facetas de esta entidad clínica y adecuar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el síndrome del seno cavernoso?
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