DICCIONARIO MÉDICO
Sinovitis tarsal
La sinovitis tarsal es una condición médica caracterizada por la inflamación de la membrana sinovial en el conjunto tarsal del pie, constituido por siete huesos dispuestos entre el metatarso y los huesos de la pierna. Esta entidad médica puede desencadenarse por una variedad de causas, que van desde lesiones traumáticas hasta afecciones autoinmunitarias, y su manejo adecuado es crucial para preservar la funcionalidad del pie afectado. Dada la complejidad anatómica del área tarsal, compuesta no solo por huesos sino también por numerosas articulaciones, ligamentos y tendones, la sinovitis tarsal puede manifestarse con síntomas variados, siendo el dolor, la hinchazón y la limitación funcional los más comunes. El análisis detallado de los factores etiológicos y la diversidad de manifestaciones clínicas permiten a los profesionales médicos diseñar estrategias terapéuticas individualizadas, que buscan principalmente mitigar el dolor y la inflamación, restaurar la movilidad y prevenir complicaciones. La evaluación clínica inicial a menudo incluye el examen físico del pie y el análisis de la historia médica del paciente, pudiendo complementarse con estudios de imagenología como radiografías, resonancias magnéticas o ecografías para evaluar la extensión de la inflamación y descartar otras patologías. En lo que respecta a la etiología, los traumatismos o lesiones son causas frecuentes de sinovitis tarsal, pudiendo ocurrir por fracturas, esguinces o contusiones que afectan directamente a la membrana sinovial. Además, afecciones reumáticas como la artritis reumatoide o la gota pueden provocar sinovitis en diversas articulaciones, incluido el tarso, como resultado de respuestas inflamatorias sistemáticas. Asimismo, las infecciones bacterianas pueden ser responsables de casos de sinovitis séptica, que requiere tratamiento inmediato para evitar la diseminación de la infección y daños articulares permanentes. Por otro lado, los procesos degenerativos asociados al envejecimiento o a condiciones crónicas como la osteoartritis también pueden desencadenar sinovitis tarsal, en este contexto, el deterioro del cartílago articular y los cambios óseos subyacentes son factores contribuyentes significativos. En consecuencia, los enfoques terapéuticos para la sinovitis tarsal abarcan desde medidas conservadoras como reposo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios, hasta intervenciones quirúrgicas para casos refractarios o complicados. La elección del tratamiento se basa en la causa subyacente, la gravedad de los síntomas y las condiciones de salud concomitantes del paciente. En relación con el abordaje conservador, el reposo y la elevación del pie afectado son medidas básicas que contribuyen a la reducción de la inflamación y el dolor. El uso de férulas o vendajes puede ser útil para inmovilizar la articulación y facilitar el proceso de curación. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) son frecuentemente prescritos para controlar los síntomas inflamatorios, mientras que los corticosteroides pueden ser administrados en casos de inflamación severa. La fisioterapia y los ejercicios de rehabilitación son componentes esenciales del manejo conservador, orientados a fortalecer la musculatura del pie y mejorar la amplitud de movimiento. Cuando el tratamiento conservador no resulta eficaz o la sinovitis tarsal es secundaria a alteraciones estructurales, la intervención quirúrgica puede ser considerada. Las técnicas quirúrgicas varían dependiendo de la patología subyacente y pueden incluir sinovectomía, reparación de ligamentos o artrodesis. En el caso de sinovitis séptica, la irrigación y desbridamiento del área infectada son procedimientos necesarios, complementados con la administración de antibióticos. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la sinovitis tarsal?
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