¿Qué es la sinusitis maxilar?
La sinusitis maxilar, también conocida como sinusitis antral, es una inflamación de la mucosa que recubre los senos paranasales maxilares, los cuales son cavidades llenas de aire ubicadas en los huesos maxilares. Estos senos se comunican con las fosas nasales mediante pequeñas aberturas llamadas óstiums. La inflamación de la mucosa y la obstrucción de los óstiums provocan una acumulación de secreciones en los senos, lo que puede facilitar el crecimiento de bacterias u hongos y llevar al desarrollo de una infección.
Síntomas:
La sinusitis maxilar puede presentarse con una variedad de síntomas que afectan principalmente la región facial y nasal. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Congestión nasal: La obstrucción de los óstiums y la inflamación de la mucosa pueden ocasionar congestión nasal, lo que dificulta la respiración a través de la nariz.
- Secreciones nasales: Los pacientes pueden experimentar secreciones nasales espesas y de color amarillo o verdoso, especialmente cuando la sinusitis es de origen bacteriano.
- Dolor facial: La inflamación de los senos maxilares puede causar dolor en la región de las mejillas y cerca de los ojos. El dolor suele ser más intenso al inclinarse hacia adelante o al acostarse.
- Dolor de cabeza: Los pacientes pueden experimentar cefalea o dolor de cabeza que se localiza en la frente y alrededor de los ojos.
- Presión facial: La acumulación de secreciones en los senos puede generar una sensación de presión o pesadez en la cara.
- Pérdida del sentido del olfato: La congestión y la inflamación pueden afectar la capacidad del paciente para percibir olores.
- Tos: Algunos pacientes pueden desarrollar tos debido a la irritación de la mucosa nasal y la garganta.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la sinusitis maxilar pueden variar en intensidad y duración, y que pueden confundirse con los de otras afecciones respiratorias, como el resfriado común.
Diagnóstico:
El diagnóstico de sinusitis maxilar se basa en una evaluación clínica cuidadosa, en la que el médico recopila la historia médica del paciente y realiza una exploración física. Algunos de los aspectos importantes en el diagnóstico incluyen:
- Evaluación de síntomas: El médico indagará acerca de los síntomas que el paciente está experimentando, incluyendo el tipo de secreciones nasales, la duración de los síntomas y la presencia de dolor facial.
- Examen físico: Durante el examen, el médico puede palpar las mejillas y la frente para evaluar la presencia de sensibilidad o dolor facial.
- Endoscopia nasal: En ciertos casos, el médico puede utilizar un endoscopio delgado y flexible para visualizar el interior de las fosas nasales y los óstiums de los senos. Esto permite una evaluación más detallada de la inflamación y la posible presencia de pólipos u otras obstrucciones.
En algunos casos, puede ser necesario realizar estudios de imágenes, como radiografías o tomografías computarizadas (TC), para obtener una visión más detallada de los senos paranasales y confirmar el diagnóstico de sinusitis maxilar.
Tratamiento:
El tratamiento de la sinusitis maxilar puede variar según la causa subyacente y la gravedad de los síntomas. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Medidas conservadoras: En casos leves, se pueden recomendar medidas conservadoras, como la administración de analgésicos para aliviar el dolor y la congestión nasal, el uso de aerosoles nasales salinos para limpiar las fosas nasales y el aumento de la ingesta de líquidos para mantenerse hidratado.
- Antibióticos: Si la sinusitis maxilar es de origen bacteriano, el médico puede recetar antibióticos para combatir la infección. Es importante seguir las indicaciones del médico y completar el curso de antibióticos según lo prescrito.
- Corticosteroides nasales: En algunos casos, los corticosteroides nasales pueden ayudar a reducir la inflamación en los senos paranasales y aliviar los síntomas.
- Cirugía: En situaciones más graves o cuando la sinusitis es recurrente, puede considerarse la cirugía endoscópica de los senos paranasales. Este procedimiento se realiza para eliminar pólipos, despejar obstrucciones y mejorar el drenaje sinusal.
Es fundamental seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento prescrito para lograr una recuperación exitosa y prevenir complicaciones.
Es importante destacar que la prevención de la sinusitis maxilar incluye el cuidado adecuado de las vías respiratorias, el tratamiento oportuno de las infecciones respiratorias y el manejo de las alergias o condiciones médicas subyacentes.
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