DICCIONARIO MÉDICO

Superficie articular

¿Qué es la superficie articular?

La superficie articular se refiere a la parte de un hueso que interactúa con otro hueso en una articulación. Las superficies articulares están revestidas con un tejido llamado cartílago articular, que tiene propiedades especiales para facilitar el movimiento y proporcionar resistencia al desgaste.

La estructura del cartílago articular es única y se compone principalmente de agua, colágeno y proteoglicanos, los cuales le confieren sus características especiales. El cartílago articular no tiene vasos sanguíneos, nervios ni linfáticos, por lo que su capacidad de regeneración es limitada, lo cual tiene implicaciones importantes en el caso de lesiones o enfermedades que afecten a estas estructuras.

El cartílago articular proporciona una superficie suave y resistente al desgaste para el movimiento de las articulaciones. Facilita el deslizamiento de las superficies articulares entre sí con una mínima fricción, lo que es fundamental para el movimiento normal y sin dolor. Además, el cartílago articular actúa como un amortiguador, absorbiendo y distribuyendo las fuerzas aplicadas a la articulación durante el movimiento y la carga de peso.

Las superficies articulares y el cartílago que las reviste pueden ser afectados por una serie de condiciones médicas. La osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones, es quizás la más conocida. Se caracteriza por el desgaste y la pérdida del cartílago articular, lo que lleva a dolor y rigidez en la articulación afectada. Otros trastornos que pueden afectar a las superficies articulares incluyen la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que puede causar la inflamación y la destrucción del cartílago articular, y diversas lesiones traumáticas, como las fracturas que involucran a las superficies articulares.

En el caso de la osteoartritis, el tratamiento se enfoca en aliviar el dolor, mejorar la función y tratar de retrasar la progresión de la enfermedad. Esto puede implicar una combinación de medicamentos, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía para reparar o reemplazar la superficie articular dañada. En el caso de la artritis reumatoide, el tratamiento puede incluir medicamentos para reducir la inflamación y ralentizar la progresión de la enfermedad, así como fisioterapia y ocasionalmente cirugía.

La importancia de la superficie articular en la función de las articulaciones y en la calidad de vida de los individuos es inmensa. Su papel en la facilitación del movimiento, la absorción de las fuerzas de carga y la prevención de la fricción entre los huesos la convierte en un componente fundamental de la salud y el bienestar general. Sin embargo, las enfermedades y las lesiones que afectan a las superficies articulares son comunes y representan un desafío considerable para los médicos y los pacientes. Por tanto, el cuidado y la preservación de la superficie articular, así como la prevención y el tratamiento de los trastornos que la afectan, son aspectos esenciales de la atención médica moderna.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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