DICCIONARIO MÉDICO
Supositorio
Un supositorio es una forma farmacéutica única destinada a ser insertada en el recto, la vagina o la uretra, donde se disuelve o se derrite para liberar el medicamento que contiene. La palabra "supositorio" proviene del latín "suppositorium", que se traduce como "algo colocado debajo". Esta forma de medicamento ha sido empleada en la práctica médica desde la antigüedad y sigue siendo relevante en la actualidad debido a sus numerosos beneficios terapéuticos. Los supositorios tienen una forma cónica o torpedo para facilitar su introducción y están hechos de una sustancia que se funde a la temperatura corporal o es soluble en los fluidos corporales. Tradicionalmente, los supositorios están compuestos por una base de glicerina o una base de cacao. La base de cacao, que se derrite a la temperatura corporal, se utiliza para los supositorios rectales y uretrales, mientras que la base de glicerina, que es soluble en agua, se utiliza para los supositorios vaginales. Las propiedades farmacocinéticas únicas de los supositorios los convierten en una opción de administración de fármacos especialmente útil en ciertos escenarios clínicos. Por ejemplo, los supositorios rectales son útiles cuando la vía oral no es viable, como en casos de náuseas y vómitos severos, o cuando el paciente está inconsciente o no puede tragar. Asimismo, los supositorios pueden utilizarse para administrar fármacos que podrían ser inactivados en el tracto gastrointestinal o durante el primer paso por el hígado. Además, los supositorios vaginales se utilizan para administrar fármacos directamente al sitio de acción, como en el tratamiento de infecciones vaginales o en la terapia hormonal localizada. La eficacia de los supositorios depende de varios factores, entre ellos, la composición de la base del supositorio, el tamaño y la forma del supositorio, la solubilidad y la estabilidad del fármaco, y el sitio de administración. El farmacéutico y el médico deben considerar estos factores al seleccionar o formular un supositorio para garantizar la entrega eficaz del medicamento. El proceso de inserción de un supositorio puede variar dependiendo del sitio de administración. En general, se recomienda que el supositorio se inserte completamente en el recto o en la vagina para garantizar la absorción completa del fármaco. La posición más cómoda para la inserción de un supositorio rectal es de lado, con una pierna doblada hacia el pecho, mientras que para un supositorio vaginal, la posición más cómoda suele ser de pie con un pie en una silla. Se recomienda lavarse las manos antes y después de la inserción para evitar la introducción de bacterias. Aunque los supositorios son una forma segura y eficaz de administrar medicamentos, pueden tener algunos efectos secundarios, como irritación local o reacciones alérgicas a los componentes del supositorio. Algunas personas también pueden encontrar la inserción de supositorios incómoda o embarazosa. Sin embargo, con la orientación y el apoyo adecuados, la mayoría de las personas pueden aprender a utilizar los supositorios de manera eficaz y segura. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es un supositorio?
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