DICCIONARIO MÉDICO
Suramina
La suramina es un medicamento que se ha utilizado durante casi un siglo en el ámbito de la medicina y su relevancia no ha disminuido con el tiempo. Conocida principalmente por su papel en el tratamiento de la tripanosomiasis africana o enfermedad del sueño, la suramina ha demostrado su valor en una amplia gama de aplicaciones clínicas, desde enfermedades parasitarias hasta cáncer y trastornos neurológicos. Desarrollada por primera vez en 1916, la suramina es un fármaco de la clase de las polisulfonamidas que actúa inhibiendo el crecimiento y la replicación de ciertos tipos de células, incluyendo parásitos y células cancerosas. En el contexto de la enfermedad del sueño, la suramina actúa interfiriendo con los procesos metabólicos del parásito Tripanosoma brucei, el microorganismo responsable de esta enfermedad. La suramina es uno de los medicamentos de primera línea para el tratamiento de la etapa temprana de la enfermedad del sueño, en la que los parásitos aún no han invadido el sistema nervioso central. Además de la enfermedad del sueño, la suramina también se ha utilizado para tratar la oncocercosis o ceguera de los ríos, una enfermedad parasitaria que puede causar picazón intensa y pérdida de la visión. Sin embargo, el uso de la suramina va más allá del tratamiento de las enfermedades parasitarias. También se ha investigado su uso en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de próstata resistente a la castración. La suramina funciona inhibiendo la actividad de varias enzimas que promueven el crecimiento y la proliferación de las células cancerosas. Aunque los resultados han sido mixtos, la suramina continúa siendo objeto de investigación como una posible opción de tratamiento para los pacientes con cáncer de próstata y otras formas de la enfermedad. En los últimos años, la suramina también ha ganado atención por su potencial en el tratamiento de trastornos del espectro autista (TEA). En modelos animales de autismo, la suramina ha demostrado tener efectos notables en la mejora de los comportamientos sociales y otros síntomas del TEA. La hipótesis es que la suramina puede ayudar a corregir las anormalidades en la señalización de purinas, un tipo de comunicación celular que se encuentra alterada en el autismo. Aunque todavía estamos en las primeras etapas de entender completamente cómo la suramina puede beneficiar a los individuos con TEA, los primeros resultados son prometedores. Es importante tener en cuenta que, como todos los medicamentos, la suramina puede tener efectos secundarios. Estos pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fatiga, cambios en la orina y ciertos tipos de reacciones cutáneas. En casos raros, la suramina puede causar daño renal y otras complicaciones graves. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la suramina?
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