Tarsectomía

¿Qué es la tarsectomía?

La Tarsectomía es un procedimiento quirúrgico enfocado en el sistema esquelético del pie, específicamente en el tarso, un conjunto de siete huesos localizados en la región posterior del pie. El tarso es esencial para nuestra locomoción, proporcionando estabilidad y soporte a nuestro cuerpo. La tarsectomía se realiza para tratar una variedad de afecciones que afectan a esta región.

La tarsectomía implica la extracción parcial o total de uno o más huesos del tarso, con el objetivo de aliviar el dolor, corregir deformidades y mejorar la función del pie. Esta intervención se realiza bajo anestesia general o regional y suele requerir un periodo de hospitalización.

Es importante subrayar que la tarsectomía es una opción quirúrgica que se reserva para casos en los que los tratamientos no quirúrgicos no han logrado resultados satisfactorios. Algunas de las condiciones que pueden llevar a la necesidad de una tarsectomía incluyen el pie plano, la artritis reumatoide, las deformidades congénitas del pie, los traumas severos y los tumores óseos.

A pesar de la invasividad de la tarsectomía, los resultados a largo plazo suelen ser favorables. Los pacientes experimentan un alivio significativo del dolor y una mejora en la función del pie, lo que les permite retomar sus actividades diarias.

El postoperatorio de una tarsectomía implica un periodo de inmovilización del pie y rehabilitación. La fisioterapia juega un papel crucial en este proceso, ayudando al paciente a recuperar la movilidad y la fuerza en el pie.

Es fundamental recordar que, como toda cirugía, la tarsectomía conlleva riesgos, incluyendo infección, sangrado, daño a los nervios, y complicaciones relacionadas con la anestesia. El cirujano y el equipo médico trabajan para minimizar estos riesgos y garantizar la seguridad del paciente.

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