DICCIONARIO MÉDICO
Testosterona
La testosterona es una hormona esteroide del grupo de los andrógenos, que desempeña un papel fundamental en el desarrollo y mantenimiento de las características sexuales masculinas. Aunque es producida principalmente por los testículos en los hombres, también se encuentra en menor cantidad en los ovarios de las mujeres y en las glándulas suprarrenales de ambos sexos. La síntesis y liberación de testosterona están reguladas por el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, que responde a las necesidades del organismo a través de mecanismos de retroalimentación negativa. Entre las funciones más relevantes de la testosterona se encuentran la promoción del crecimiento y desarrollo de los órganos sexuales masculinos, la aparición y mantenimiento de características sexuales secundarias, como el vello facial y corporal, la voz grave y la distribución de la grasa corporal, así como la regulación de la función sexual y la fertilidad. Además, la testosterona participa en el anabolismo proteico, favoreciendo el aumento de la masa muscular y la densidad ósea, y en la regulación del comportamiento, el estado de ánimo y la función cognitiva. Los niveles de testosterona en el organismo varían a lo largo de la vida y pueden verse afectados por múltiples factores, como la edad, el estilo de vida, el estado de salud y los trastornos hormonales. En los hombres, la producción de testosterona suele aumentar durante la pubertad, alcanzando su pico máximo alrededor de los 20 años y disminuyendo gradualmente a partir de los 30 años. Sin embargo, la testosterona también puede experimentar fluctuaciones diarias, con niveles más altos en la mañana y más bajos por la noche. El déficit de testosterona, conocido como hipogonadismo, puede deberse a diversas causas, como trastornos genéticos, enfermedades del hipotálamo o la hipófisis, infecciones, traumatismos, exposición a radiaciones, consumo de ciertos fármacos o alteraciones testiculares. Los síntomas del hipogonadismo incluyen disminución de la libido, disfunción eréctil, fatiga, pérdida de masa muscular y ósea, aumento de la grasa corporal, anemia, infertilidad y trastornos del estado de ánimo. El diagnóstico del hipogonadismo se basa en la medición de los niveles de testosterona en sangre y en la evaluación clínica y analítica del paciente. El tratamiento del déficit de testosterona puede incluir la administración de testosterona exógena en forma de inyecciones, geles, parches, implantes o tabletas, según la severidad del trastorno y las necesidades del paciente. Sin embargo, la terapia de reemplazo hormonal debe ser prescrita y supervisada por un médico, ya que el uso inadecuado de testosterona puede provocar efectos adversos, como el aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular, la formación de coágulos sanguíneos, el desarrollo de tumores prostáticos, la ginecomastia, la retención de líquidos y la infertilidad, entre otros. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la testosterona?
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