DICCIONARIO MÉDICO
Tonsilectomía
La tonsilectomía o amigdalectomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación total o parcial de las tonsilas palatinas, unas masas de tejido linfoide ubicadas a ambos lados de la garganta, que desempeñan un papel importante en el sistema inmunológico al actuar como una primera línea de defensa frente a las infecciones. Aunque las tonsilas contribuyen a proteger al organismo contra los patógenos, en algunas ocasiones, pueden verse afectadas por infecciones recurrentes o crónicas, lo que puede llevar a la necesidad de realizar una tonsilectomía. Existen varias indicaciones para realizar una tonsilectomía, entre las cuales se incluyen la amigdalitis recurrente o crónica, las infecciones por estreptococos del grupo A, la formación de abscesos periamigdalinos, la obstrucción de las vías respiratorias debido a hipertrofia de las tonsilas, la presencia de cálculos amigdalinos o tonsiolitos y la sospecha de neoplasias en las tonsilas. La decisión de realizar una tonsilectomía debe ser individualizada y tomarse en función de la gravedad y frecuencia de las infecciones, el impacto en la calidad de vida del paciente y la presencia de complicaciones. El procedimiento de la tonsilectomía se realiza bajo anestesia general y puede llevarse a cabo mediante diversas técnicas quirúrgicas, como la disección y electrocauterización, la criocirugía, la coblación, el bisturí ultrasónico y el láser. La elección de la técnica dependerá de las preferencias del cirujano y de las condiciones específicas del paciente. La disección y electrocauterización es una técnica comúnmente empleada en la tonsilectomía, que consiste en la extirpación de las tonsilas mediante un bisturí y la cauterización de los vasos sanguíneos para controlar el sangrado. La criocirugía implica el uso de frío extremo para eliminar el tejido tonsilar, mientras que la coblación utiliza ondas de radiofrecuencia para disolver el tejido y sellar los vasos sanguíneos. El bisturí ultrasónico emplea vibraciones ultrasónicas de alta frecuencia para cortar el tejido y coagular los vasos sanguíneos, y el láser utiliza energía luminosa para vaporizar el tejido tonsilar y cauterizar los vasos sanguíneos. La recuperación tras una tonsilectomía suele durar entre una y dos semanas, y puede variar según la técnica quirúrgica empleada y las características individuales del paciente. Durante el período de recuperación, es común experimentar dolor de garganta, dificultad para tragar y cambios en la voz. El manejo del dolor postoperatorio es esencial para garantizar una recuperación adecuada y puede incluir la administración de analgésicos, como el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos. También se recomienda el consumo de líquidos fríos y la ingesta de alimentos blandos y fríos para aliviar el dolor y facilitar la deglución. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la tonsilectomía?
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