DICCIONARIO MÉDICO
Trifluridina
La trifluridina es un fármaco antineoplásico que se utiliza en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer. Es un análogo de la pirimidina, una clase de medicamentos que interfiere con la síntesis de ADN, inhibiendo así la replicación de las células cancerosas. La trifluridina es particularmente útil en el tratamiento de cánceres colorrectales metastásicos, y a menudo se combina con otro medicamento llamado tipiracilo para mejorar su eficacia y reducir la degradación en el organismo. En términos más detallados, la trifluridina es un análogo de la timidina, que es uno de los cuatro nucleósidos que forman la estructura del ADN. Una vez que la trifluridina es incorporada en la cadena de ADN durante su síntesis, interfiere con la replicación del ADN y causa la muerte celular. Este medicamento tiene una potente actividad contra una variedad de células tumorales tanto in vitro como in vivo. La trifluridina también tiene propiedades antiangiogénicas, lo que significa que puede inhibir la formación de nuevos vasos sanguíneos en los tumores, privándolos de los nutrientes y el oxígeno necesarios para su crecimiento. Esta propiedad contribuye a su efecto antitumoral. La combinación de trifluridina y tipiracilo (TFT), conocida como TAS-102, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de pacientes con cáncer colorrectal metastásico que no responden a otros tratamientos. El tipiracilo es un inhibidor de la timidina fosforilasa, una enzima que degrada la trifluridina. Al inhibir esta enzima, el tipiracilo aumenta la biodisponibilidad y el tiempo de permanencia de la trifluridina en el organismo, mejorando así su eficacia. El régimen de dosificación de la trifluridina y el tipiracilo generalmente implica la administración oral de estos medicamentos en ciclos de 28 días, con un período de descanso de dos semanas para permitir la recuperación del organismo. Los efectos secundarios más comunes de este tratamiento incluyen neutropenia (bajo conteo de neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco), fatiga, náuseas, diarrea y pérdida de apetito. En algunos casos, los pacientes que reciben trifluridina y tipiracilo pueden desarrollar un síndrome conocido como mielosupresión, que se caracteriza por una reducción en la producción de células sanguíneas en la médula ósea. Este síndrome puede conducir a un mayor riesgo de infecciones, anemia y sangrado. Para mitigar este riesgo, los médicos monitorizan de cerca los conteos sanguíneos de los pacientes y ajustan la dosificación del medicamento si es necesario. La trifluridina, ya sea sola o en combinación con tipiracilo, representa una opción de tratamiento valiosa para pacientes con cáncer colorrectal metastásico que han agotado otras opciones de tratamiento. Sin embargo, dada la naturaleza potente y compleja de estos medicamentos, su uso debe ser supervisado por un especialista. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la trifluridina?
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