DICCIONARIO MÉDICO
Troclear
El término "troclear" proviene del latín "trochlea", que significa polea. En medicina, este término se refiere a varias estructuras que tienen forma de polea y que facilitan los movimientos en ciertos mecanismos del cuerpo humano. Específicamente, "troclear" puede referirse a dos estructuras clave en la anatomía humana: la polea troclear o troclea de la órbita del ojo y las fosas trocleares presentes en los huesos del codo y de la rodilla. En la órbita del ojo, la polea troclear, también conocida como la troclea del músculo oblicuo superior del ojo, es una estructura fibrosa situada en el ángulo súpero-interno de la órbita. Esta polea actúa como un punto de reflexión para el tendón del músculo oblicuo superior, que es uno de los músculos extraoculares responsables de los movimientos del ojo. En particular, el músculo oblicuo superior es fundamental para la depresión, la abducción y la rotación interna del ojo. La polea troclear permite que el músculo oblicuo superior cambie su dirección de acción, permitiendo así estos movimientos oculares complejos. Cuando se refiere a los huesos del codo y de la rodilla, el término "troclear" se refiere a las fosas trocleares presentes en el húmero y en el fémur. En el húmero, la fosa troclear se articula con la tróclea, una prominencia ósea del cúbito, para formar la articulación del codo. Este mecanismo de tipo polea facilita el movimiento de flexión y extensión del codo. En el fémur, la fosa troclear se articula con la tróclea de la rótula para formar la articulación de la rodilla, lo que permite los movimientos de flexión y extensión de la rodilla. Las patologías que pueden afectar a las estructuras trocleares son variadas. En el caso de la polea troclear del ojo, una disfunción puede dar lugar a una afección conocida como la cuarta parálisis del nervio craneal o síndrome del músculo oblicuo superior. Este síndrome se caracteriza por la dificultad para mover el ojo hacia abajo y hacia adentro, y puede ser causado por lesiones traumáticas, tumores, enfermedades vasculares y otras afecciones. En el caso de las fosas trocleares del húmero y del fémur, las patologías más comunes son las fracturas, la osteoartritis y otras enfermedades degenerativas. Las fracturas pueden ocurrir debido a traumatismos, mientras que la osteoartritis y otras enfermedades degenerativas son más comunes en las personas mayores y pueden causar dolor, inflamación y disminución de la movilidad en las articulaciones afectadas. En términos de diagnóstico, las técnicas de imagen como las radiografías, las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas son fundamentales para evaluar las estructuras trocleares. Estas pueden revelar lesiones traumáticas, degenerativas o neoplásicas que pueden afectar el funcionamiento de estas estructuras. El tratamiento de las afecciones trocleares depende de la naturaleza y la gravedad de la afección. En el caso de las patologías del músculo oblicuo superior del ojo, el tratamiento puede incluir terapia física, prismas correctivos o cirugía, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Para las afecciones del codo y la rodilla, el tratamiento puede incluir fisioterapia, medicación, cirugía artroscópica o reemplazo de la articulación, en función del grado de afectación y del estado general de salud del paciente. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es troclear?
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