DICCIONARIO MÉDICO
Tromboangeítis
La tromboangeítis es una enfermedad inflamatoria de los vasos sanguíneos que se caracteriza por la presencia de coágulos en las venas pequeñas y medianas, especialmente las de las extremidades inferiores. También se conoce como tromboangeítis obliterante o enfermedad de Buerger, en honor a Leo Buerger, quien fue el primero en describir la enfermedad en 1908. Aunque se desconoce la causa exacta de la tromboangeítis, se ha identificado una fuerte asociación con el consumo de tabaco. La mayoría de las personas que padecen la enfermedad son o han sido fumadoras de tabaco. Se piensa que las sustancias tóxicas presentes en el tabaco pueden provocar una respuesta inflamatoria en las paredes de las venas, lo que lleva a la formación de coágulos. Además, estas sustancias pueden dañar las células endoteliales, que son las que revisten el interior de los vasos sanguíneos, contribuyendo así a la formación de coágulos. Los síntomas de la tromboangeítis varían dependiendo de qué venas están afectadas. Los primeros síntomas a menudo incluyen dolor y sensibilidad en las extremidades afectadas, particularmente después de usar o ejercitar la extremidad. Con el tiempo, pueden desarrollarse úlceras cutáneas y, en casos graves, gangrena, una condición que se produce cuando el tejido muere debido a la falta de flujo sanguíneo. El diagnóstico de la tromboangeítis se basa en los síntomas clínicos, el historial de consumo de tabaco y los hallazgos de diversas pruebas, como los estudios de imagen de los vasos sanguíneos. En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia de los vasos sanguíneos afectados para confirmar el diagnóstico. El objetivo del tratamiento de la tromboangeítis es aliviar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad y evitar las complicaciones. La medida más importante es dejar de fumar, ya que el consumo continuado de tabaco puede agravar la enfermedad. Además, se pueden utilizar medicamentos para aliviar el dolor y mejorar el flujo sanguíneo, y se pueden recomendar medidas de cuidado personal, como mantener las extremidades calientes y realizar ejercicio regularmente para mejorar la circulación. En casos graves, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para restaurar el flujo sanguíneo a las áreas afectadas o para amputar las extremidades con tejido muerto. Sin embargo, estos procedimientos suelen reservarse para casos en los que las otras opciones de tratamiento no han sido eficaces. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la tromboangeítis?
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