DICCIONARIO MÉDICO

Trombocitopatía

¿Qué es una trombocitopatía?

La trombocitopatía es un término médico utilizado para referirse a las enfermedades o trastornos que afectan la función normal de los trombocitos, también conocidos como plaquetas, que son componentes vitales de la sangre y juegan un papel esencial en el proceso de coagulación y curación de las heridas. Esta patología puede manifestarse de diversas maneras y puede ser causada por una amplia variedad de factores.

Las trombocitopatías pueden ser hereditarias o adquiridas. Las formas hereditarias suelen ser raras y están causadas por mutaciones genéticas que afectan la producción y función de los trombocitos. Algunos ejemplos notables de trombocitopatías hereditarias incluyen la enfermedad de von Willebrand, la trombastenia de Glanzmann y el síndrome de Bernard-Soulier. Estas condiciones suelen caracterizarse por problemas de sangrado desde una edad temprana y pueden requerir un tratamiento de por vida para minimizar el riesgo de hemorragia.

Por otro lado, las trombocitopatías adquiridas son mucho más comunes y suelen ser causadas por factores ambientales, medicamentos o enfermedades subyacentes. Por ejemplo, algunos medicamentos como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos pueden interferir con la función normal de los trombocitos, provocando una trombocitopatía adquirida. Del mismo modo, ciertas enfermedades, como la insuficiencia renal crónica, el lupus eritematoso sistémico y la leucemia, también pueden causar trombocitopatías.

Los síntomas de la trombocitopatía pueden variar ampliamente, pero suelen estar relacionados con problemas de sangrado y coagulación. Esto puede incluir moretones fáciles o inexplicables, sangrado nasal o de las encías, menstruación abundante, sangrado prolongado después de una lesión y, en casos graves, hemorragias internas. En muchos casos, estos síntomas pueden ser leves y sólo se hacen evidentes después de una cirugía o una lesión.

El diagnóstico de la trombocitopatía suele implicar una serie de pruebas, incluyendo análisis de sangre y pruebas de coagulación, para determinar el número y función de los trombocitos. En algunos casos, también puede ser necesario realizar pruebas genéticas para identificar posibles mutaciones que podrían estar causando una trombocitopatía hereditaria. 

El tratamiento de la trombocitopatía depende en gran medida de la causa subyacente del trastorno. En algunos casos, puede ser suficiente con evitar los medicamentos que interfieren con la función de los trombocitos o tratar la enfermedad subyacente que está causando la trombocitopatía. En otros casos, puede ser necesario realizar transfusiones de plaquetas o administrar medicamentos que aumenten la producción de trombocitos. En las formas hereditarias de la enfermedad, el tratamiento puede incluir terapias genéticas emergentes que buscan corregir las mutaciones causantes de la enfermedad.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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