DICCIONARIO MÉDICO

Trombopatía

¿Qué es una trombopatía?

La trombopatía es un término general que se utiliza para describir un conjunto de trastornos caracterizados por la disfunción de las plaquetas, células pequeñas y anucleadas que son fundamentales para la coagulación de la sangre. Las trombopatías pueden manifestarse de varias formas, incluyendo un aumento del riesgo de sangrado, debido a la incapacidad de las plaquetas para formar un coágulo de sangre eficaz, o un aumento del riesgo de trombosis, debido a la formación inapropiada de coágulos.

Las plaquetas desempeñan un papel esencial en la coagulación de la sangre. Cuando un vaso sanguíneo se daña, las plaquetas se adhieren a la zona de lesión, se activan y reclutan a más plaquetas para formar un "tapón de plaquetas". Simultáneamente, liberan sustancias que inician la cascada de coagulación, un conjunto de reacciones bioquímicas que culmina en la formación de fibrina, una proteína que estabiliza el tapón de plaquetas y forma un coágulo de sangre más sólido. En las trombopatías, uno o varios aspectos de este proceso pueden estar alterados.

Las trombopatías pueden ser hereditarias o adquiridas. Entre las trombopatías hereditarias se encuentran la enfermedad de von Willebrand y la trombastenia de Glanzmann, que se caracterizan por defectos en las proteínas que permiten a las plaquetas adherirse entre sí o a la pared del vaso sanguíneo. Las trombopatías adquiridas pueden ser causadas por una variedad de factores, como enfermedades del sistema inmunológico, que pueden llevar a la producción de anticuerpos que inhiben la función de las plaquetas; ciertos medicamentos, como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, que pueden inhibir la activación de las plaquetas; y enfermedades graves como el cáncer y la insuficiencia renal, que pueden alterar la producción o la función de las plaquetas.

El diagnóstico de las trombopatías implica una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas de laboratorio. Los pacientes pueden presentar síntomas como hematomas fáciles, sangrado prolongado después de una lesión o cirugía, o sangrado menstrual excesivo. Las pruebas de laboratorio pueden incluir un conteo de plaquetas, que puede mostrar un número normal o reducido de plaquetas, y pruebas de coagulación, que pueden mostrar un tiempo de sangrado prolongado. En algunos casos, puede ser necesaria una biopsia de la médula ósea para evaluar la producción de plaquetas.

El tratamiento de las trombopatías depende del tipo y la gravedad del trastorno. En los casos de trombopatía con riesgo de sangrado, se pueden administrar medicamentos que aumentan la producción de plaquetas o que mejoran la función de las plaquetas existentes. En casos más graves, puede ser necesaria una transfusión de plaquetas. En los casos de trombopatía con riesgo de trombosis, se pueden administrar medicamentos anticoagulantes.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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