DICCIONARIO MÉDICO
Tuberculosis primaria
La tuberculosis primaria, también denominada tuberculosis de la infección inicial o tuberculosis de la primoinfección, se refiere a la primera infección por Mycobacterium tuberculosis, la bacteria responsable de la tuberculosis. Esta infección es la primera respuesta del organismo a la exposición a la bacteria, y su curso es variable, pudiendo permanecer asintomática y desapercibida o manifestarse con síntomas leves o, en casos menos frecuentes, graves. Para comprender el proceso, es fundamental conocer el mecanismo de transmisión de la tuberculosis. La bacteria Mycobacterium tuberculosis se propaga de persona a persona a través de partículas microscópicas liberadas al aire cuando una persona con tuberculosis pulmonar tose, estornuda, habla o canta. Al inhalar estas partículas, la bacteria puede llegar a los pulmones y comenzar a multiplicarse, dando lugar a la tuberculosis primaria. En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico del individuo es capaz de controlar esta primera infección, lo que a menudo resulta en una infección asintomática o con síntomas leves, tales como fiebre de baja intensidad, tos persistente y pérdida de peso. Esta infección primaria puede curarse por sí sola o evolucionar hacia una infección latente, en la cual las bacterias permanecen en el organismo en estado de inactividad sin causar síntomas. Es importante señalar que las personas con tuberculosis latente no son contagiosas. En un pequeño porcentaje de casos, especialmente en personas con un sistema inmunológico debilitado, la tuberculosis primaria puede evolucionar a una enfermedad activa, con la presencia de síntomas más severos y la capacidad de transmitir la infección a otras personas. Los niños menores de 5 años y las personas con enfermedades que debilitan el sistema inmunológico, como el VIH, son especialmente vulnerables a desarrollar enfermedad activa tras la infección primaria. El diagnóstico de la tuberculosis primaria puede ser un desafío, dada su naturaleza a menudo asintomática o con síntomas leves. Las pruebas cutáneas y los ensayos de liberación de interferón gamma, que evalúan la respuesta inmune al Mycobacterium tuberculosis, son herramientas útiles para identificar la infección. Asimismo, las pruebas de imagen, como las radiografías de tórax, pueden revelar signos característicos de la tuberculosis primaria. El tratamiento de la tuberculosis primaria generalmente no es necesario si la infección es asintomática y se ha convertido en latente. Sin embargo, en personas con un alto riesgo de evolucionar hacia la enfermedad activa, como las personas con VIH o los niños menores de 5 años, se puede considerar un tratamiento preventivo con isoniazida para evitar la progresión de la enfermedad. En cuanto a la prevención, la estrategia más efectiva para prevenir la tuberculosis primaria es la detección temprana y el tratamiento de las personas con tuberculosis activa para evitar la propagación de la infección. La vacunación con la vacuna BCG también puede ofrecer cierta protección contra formas graves de tuberculosis, especialmente en niños. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la tuberculosis primaria?
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