DICCIONARIO MÉDICO

Tumor epidermoide

¿Qué es un tumor epidermoide?

Un tumor epidermoide es una neoplasia que se origina en las células epidermoides, también conocidas como células escamosas, que forman la capa más externa de la piel y también recubren ciertas cavidades internas del cuerpo. Estos tumores pueden ser benignos, conocidos como papilomas o queratosis, o malignos, conocidos como carcinomas de células escamosas. El término "tumor epidermoide" a veces se usa indistintamente con "carcinoma de células escamosas", aunque técnicamente este último se refiere específicamente a los tumores malignos de las células epidermoides.

Los tumores epidermoides pueden desarrollarse en cualquier lugar del cuerpo que esté cubierto por células epidermoides, pero son más comunes en áreas de la piel que están regularmente expuestas al sol, como la cara, las orejas, el cuello, los labios y las manos. También pueden aparecer en la cavidad oral, la laringe, el esófago, los pulmones, el ano, el cuello uterino y otros lugares del cuerpo.

Se cree que la exposición al sol y el daño solar acumulativo son los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de tumores epidermoides cutáneos. Otros factores de riesgo incluyen el envejecimiento, la piel clara, el sistema inmunológico debilitado, el tabaquismo, ciertos tipos de infección por el virus del papiloma humano (VPH) y la exposición a ciertos productos químicos como el arsénico y los hidrocarburos policíclicos aromáticos.

Los tumores epidermoides suelen presentarse como nódulos firmes, rugosos, de color rojo o carne, que pueden ser dolorosos o sensibles al tacto. Pueden desarrollar una corteza o costra y pueden sangrar si se irritan o se lesionan. Los tumores en la cavidad oral o la laringe pueden causar dificultad para tragar, cambios en la voz o mal aliento. Los tumores en el pulmón pueden causar tos persistente, dificultad para respirar, dolor en el pecho o expectoración con sangre.

El diagnóstico de un tumor epidermoide generalmente implica un examen físico, seguido de una biopsia para confirmar el diagnóstico. Durante una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido del tumor para examinarla bajo un microscopio. En el caso de los tumores de células escamosas, las células tendrán un aspecto plano y escamoso, lo que refleja su origen en las células epidermoides.

El tratamiento de los tumores epidermoides depende del tamaño y la ubicación del tumor, si el tumor es benigno o maligno, y si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia. La cirugía es el tratamiento más común para los tumores de células escamosas y puede implicar la excisión simple del tumor, la cirugía de Mohs (un procedimiento que implica la eliminación de la piel en capas delgadas hasta que todas las células cancerosas se hayan eliminado), o la escisión local amplia para tumores más grandes o aquellos que han penetrado profundamente en la piel. La radioterapia, que utiliza radiación de alta energía para matar las células cancerosas, puede ser una opción para los pacientes que no pueden someterse a cirugía o para los tumores que son difíciles de eliminar por completo con cirugía. La quimioterapia, que utiliza medicamentos para matar las células cancerosas, puede ser utilizada para los cánceres que se han diseminado a otras partes del cuerpo.

Además del tratamiento del tumor en sí, los pacientes con tumores epidermoides pueden necesitar un manejo adicional para controlar los síntomas y las complicaciones del tumor. Por ejemplo, los tumores en la boca o la garganta pueden dificultar la alimentación y el habla, y los pacientes pueden necesitar terapia de deglución o terapia del habla. Los tumores grandes o aquellos en áreas visibles del cuerpo pueden causar angustia psicológica y los pacientes pueden beneficiarse de la asesoría o el apoyo psicológico.

El pronóstico para los pacientes con tumores epidermoides depende de una serie de factores, incluyendo el tamaño y la ubicación del tumor, si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo, y la salud general del paciente. Sin embargo, en general, los tumores de células escamosas tienen un buen pronóstico si se detectan y se tratan temprano.

La prevención de los tumores epidermoides implica principalmente protegerse del sol y evitar otros factores de riesgo conocidos. Esto puede incluir usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más, usar ropa protectora y sombreros cuando se está al sol, evitar el sol durante las horas pico de radiación ultravioleta, no usar camas de bronceado, y evitar el tabaco y la exposición a ciertos productos químicos. También se recomienda la vacunación contra el VPH para prevenir los tipos de VPH que pueden causar tumores de células escamosas en la cavidad oral y el cuello uterino.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

¿Quiere estar al día sobre temas de salud?

Reciba el boletín de la Clínica para estar al día de novedades y avances médicos

La información proporcionada en este Diccionario Médico de la Clínica Universidad de Navarra tiene como objetivo principal ofrecer un contexto y entendimiento general sobre términos médicos y no debe ser utilizada como fuente única para tomar decisiones relacionadas con la salud. Esta información es meramente informativa y no sustituye en ningún caso el consejo, diagnóstico, tratamiento o recomendaciones de profesionales de la salud. Siempre es esencial consultar a un médico o especialista para tratar cualquier condición o síntoma médico. La Clínica Universidad de Navarra no se responsabiliza por el uso inapropiado o la interpretación de la información contenida en este diccionario.