DICCIONARIO MÉDICO
Túnica media
La túnica media, una de las tres capas de las que se compone la pared de los vasos sanguíneos, es un componente esencial en el funcionamiento del sistema circulatorio y juega un papel relevante en múltiples aspectos de la fisiología y la patología humanas. La estructura de los vasos sanguíneos se caracteriza por la presencia de tres capas, o túnicas, que se extienden a lo largo de toda su longitud. Estas son, desde la más interna hasta la más externa, la túnica íntima, la túnica media y la túnica adventicia. La túnica media es la capa intermedia de estas tres, y se encuentra entre la túnica íntima, que se encuentra en contacto directo con la sangre que circula por el vaso, y la túnica adventicia, que es la capa más externa y en contacto con los tejidos circundantes. La túnica media está compuesta principalmente de células musculares lisas y fibras elásticas, dispuestas en una matriz de colágeno y proteoglicanos. Las células musculares lisas son responsables de la contracción y la relajación del vaso sanguíneo, permitiendo su vasoconstricción y vasodilatación, respectivamente. Esto es crucial para la regulación del flujo sanguíneo y la presión arterial, así como para la respuesta a diversas señales fisiológicas y patológicas. Las fibras elásticas, por otro lado, proporcionan a los vasos sanguíneos la capacidad de expandirse y contraerse en respuesta a los cambios de presión que se producen con cada latido del corazón. Esta elasticidad es especialmente importante en las grandes arterias, como la aorta, que deben poder acomodar el gran volumen de sangre expulsado por el corazón durante cada contracción. En la patología vascular, la túnica media puede verse afectada en diversas condiciones. Por ejemplo, en la aterosclerosis, una enfermedad caracterizada por la acumulación de placas de colesterol en la pared de los vasos sanguíneos, las células musculares lisas de la túnica media pueden proliferar y contribuir a la formación de la placa. Además, el envejecimiento y ciertas enfermedades genéticas pueden afectar a la elasticidad de la túnica media, provocando el endurecimiento de las arterias y aumentando el riesgo de hipertensión y enfermedad cardiovascular. El diagnóstico de las enfermedades que afectan a la túnica media generalmente requiere técnicas de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética, que pueden mostrar cambios en la estructura y la función de los vasos sanguíneos. El tratamiento de estas enfermedades puede incluir medidas de estilo de vida, medicamentos y, en algunos casos, procedimientos intervencionistas o cirugía. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la túnica media?
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