Cuando el cáncer de mama acompaña al embarazo
“El cáncer de mama y el embarazo son dos realidades que cuesta relacionarlas mentalmente, porque a la emoción y a la alegría de la gestación se le une el miedo y la desconfianza que genera un diagnóstico de cáncer de mama”, explica la Dra. Isabel Rubio, directora del Área de Patología Mamaria de la Clínica Universidad de Navarra.
Aunque la incidencia de este tumor es baja (actualmente se diagnostica en una de cada 3000 mujeres embarazadas), “cada vez en las consultas vemos más casos por el retraso de la maternidad”, explica. Por eso, la gran incertidumbre para las personas que reciben este diagnóstico es: ¿qué va a pasar ahora?
Cada situación es única
“Es perfectamente compatible cuidar y mantener la seguridad del bebé y, al mismo tiempo, tratar eficazmente el cáncer”
“Lo más importante es acudir rápidamente a una unidad multidisciplinar de cáncer y embarazo, porque es fundamental cuidar del bebé al mismo tiempo que se trata el cáncer. Por eso, todos los profesionales implicados en el cáncer de mama y en el manejo del embarazo (oncólogos médicos, radiólogos, cirujanos de mama, neonatólogos, obstetras y enfermeras de mama además de grupos de soporte) deben conocer perfectamente el caso concreto para buscar el mejor tratamiento para ambos”, asegura.
Entre las múltiples dudas que surgen tras el diagnóstico, las grandes preguntas se centran en la seguridad del feto: ¿es necesario interrumpir el embarazo? A pesar de que muchas mujeres piensen en esta opción, la doctora se muestra firme: “Hasta hace unos años, era una práctica habitual, pero a día de hoy no es una indicación médica, de hecho, es perfectamente compatible cuidar y mantener la seguridad del bebé y, al mismo tiempo, tratar eficazmente el cáncer”.
Pero es muy importante acudir a una unidad especializada, en la que se coordine el estado en el que se encuentra el tumor, el subtipo de cáncer de mama y el proceso de gestación. Se pueden valorar las distintas opciones de tratamiento en función de la fecha de gestación, del estadio del tumor, del tipo de cáncer de mama y de las preferencias de la paciente y así planear el mejor tratamiento en cada caso.
¿Cómo se diagnostica?
El cáncer de mama debido a los programas de screening y al avance en los tratamientos es un tumor que tiene altas tasas de supervivencia. Por eso, es esencial conocer los factores de riesgo asociados, y, al mismo tiempo, es importante seguir los programas de screening de cáncer de mama y acudir a una Unidad de Mama ante cualquier sospecha o diagnóstico de cáncer de mama.
Durante la gestación ante cualquier síntoma o alteración en la mama o simplemente alguna sensación que preocupe a la madre se debe acudir a una Unidad para hacer el diagnóstico y determinar si se precisa un tratamiento. Durante el embarazo, a veces es complicado diagnosticarlo porque la mama sufre cambios hormonales generados por el propio embarazo. A pesar de ello, no hay que asumir que cualquier nódulo o alteración se deba al periodo de gestación, aunque la mayor parte de las veces no sea cáncer, es importante acudir a un centro especializado en esta patología y hacer un diagnóstico para así proseguir con tranquilidad el embarazo.