He superado un ictus: ¿Y ahora qué?
Es muy importante volver a la normalidad cuanto antes después de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus. Se trata de un trastorno de la circulación cerebral que altera parte del cerebro.
Entre las secuelas que puede sufrir el paciente, es frecuente que, durante el proceso rehabilitador y también al finalizar éste, se produzcan alteraciones del estado de ánimo.
La depresión, la apatía o la ansiedad son bastante comunes, y pueden interferir en el proceso de rehabilitación.
Por eso, tanto el paciente como su familia deben aprender algunos cuidados y consejos muy útiles que pueden facilitar la vuelta a casa. Los especialistas del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra ofrecen una serie de recomendaciones:
- Objetivo: evitar que la persona se sienta aislada y hacerle partícipe de todo lo que pasa en su entorno, con la intención de que colabore en lo que pueda.
- Hablarle de forma clara y sencilla, sin gritos, situándose frente a él.
- Ser directos, con mensajes concretos. Es recomendable el uso de fichas con dibujos para facilitar la comunicación, utilizar lápiz y papel o pizarra. Más adelante será necesario la ayuda de un logopeda.
- Es conveniente animarle con sus progresos, no interrumpirle cuando está hablando y dejarle tiempo para que piense y se exprese, procurando que tome decisiones: “qué te gusta”/“qué prefieres” e intentar no responder por él/ella.
- Procurar que esté distraído. Para ello, es bueno aconsejarle nuevas aficiones y actividades.
- Es necesario fomentar la relación social: escuchar la radio o música, leer el periódico, tenerle al corriente de las cosas familiares, etc.
- Cuando sea posible, hay que intentar la readaptación profesional.
- Importante: no tratarle nunca como un niño.
A partir de los nueve meses del daño cerebral, el grado de mejora posible disminuye. En los períodos inmediatamente posteriores a un ictus, el cerebro está especialmente primado para mejorar.
Así, la neurorrehabilitación temprana es clave para ayudar al paciente a recuperar las funciones neurológicas que ha perdido. Es importante que el tratamiento sea intensivo, durante tres horas diarias (mínimo).
La Unidad de Neurorrehabilitación de la Clínica Universidad de Navarra está integrada por un equipo de especialistas en daño cerebral: neurólogo, rehabilitador, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, logopeda, ortopeda, trabajadora social, personal de enfermería y auxiliar especializados. Se trata de un factor clave en la administración de un tratamiento lo más completo posible.