Candidiasis

"Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para controlar la candidiasis vaginal y evitar complicaciones".

DR. JULIO VARA GARCÍA
ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA

¿Qué es la candidiasis vaginal?  

La candidiasis es una infección causada por diferentes especies del hongo Candida, siendo la más común la Candida albicans. En condiciones normales, el hongo de la candidiasis vive de forma inofensiva en nuestro organismo, especialmente en la piel, la boca, el intestino y la vagina. 

Sin embargo, cuando el equilibrio natural se altera (por ejemplo, debido a inmunosupresión o alteraciones en la microbiota), algunas especies de hongo pueden volverse patógenas y causar infecciones conocidas, como la candidiasis vaginal.

La candidiasis vaginal representa entre el 20% y 30% de las infecciones vaginales. Se manifiesta como un enrojecimiento y edema de los labios menores, que puede extenderse hacia labios mayores, periné, pliegues inguinales e interglúteo. 

Síntomas de la candidiasis vaginal

Algunos de los síntomas más comunes de la candidiasis vaginal son los siguientes:

Picor o purito intenso

Es el síntoma predominante. Este malestar suele ser persistente y puede afectar la calidad de vida de la paciente.

Ardor vaginal

Este síntoma se percibe especialmente durante la micción o las relaciones sexuales (dispareunia)

Sensación de sequedad

Algunas pacientes describen una sensación de sequedad en la mucosa vaginal, lo que puede intensificar el malestar.

Flujo vaginal anormal

Generalmente, se presenta un flujo espeso, blanco y grumoso. Este flujo no suele acompañarse de mal olor, lo que ayuda a diferenciarlo de otras infecciones vaginales, como la vaginosis bacteriana

Enrojecimiento e inflamación

La vulva y la vagina pueden presentar irritación, hinchazón y enrojecimiento. En algunos casos, estas áreas pueden mostrar pequeñas fisuras o lesiones debido al rascado.

¿Tiene alguno de estos síntomas?

Si sospecha que padece alguno de los síntomas mencionados,
debe acudir para su diagnóstico a un especialista médico.

¿Cuáles son los factores de riesgo de la candidiasis vaginal?

Uso de antibióticos de amplio espectro: Los antibióticos alteran el equilibrio de la microbiota vaginal al reducir las bacterias beneficiosas como los lactobacilos, lo que facilita el crecimiento excesivo de Candida.

Diabetes mellitus: Las pacientes con diabetes, especialmente si está mal controlada, presentan niveles elevados de glucosa en los fluidos vaginales, lo que favorece el ambiente ideal para el crecimiento de hongos.

Cambios hormonales: El embarazo, el uso de anticonceptivos hormonales o la terapia de reemplazo hormonal pueden alterar el entorno vaginal, favoreciendo la proliferación de Candida.

Sistemas inmunológicos debilitados: Las condiciones que comprometen la inmunidad, como el VIH, los tratamientos con quimioterapia o los corticosteroides prolongados, aumentan el riesgo de candidiasis vaginal recurrente.

Higiene íntima inadecuada: El uso excesivo de duchas vaginales, productos irritantes o jabones puede alterar el pH vaginal y la microbiota protectora, facilitando el crecimiento de hongos.

Ropa ajustada o no transpirable: Materiales como el nailon o prendas ceñidas pueden aumentar la humedad y el calor en la zona genital, creando un ambiente propicio para la proliferación del hongo.

¿Cómo se diagnostica la candidiasis vaginal?

El diagnóstico clínico debe realizarse mediante una exploración detallada y, en caso necesario, confirmarse con pruebas específicas como el cultivo vaginal o el examen microscópico del flujo. Esto permite diferenciar la candidiasis vaginal de otras infecciones como la tricomoniasis o la vaginosis bacteriana, que pueden compartir algunos síntomas pero requieren tratamientos distintos.

Tratamiento de la candidiasis vaginal

El tratamiento se basa en la realización de un diagnóstico precoz y certero de la infección, la corrección de los factores facilitadores o de las enfermedades subyacentes, la determinación del tipo de infección candidiásica y el empleo de fármacos antifúngicos apropiados.

Según la extensión de la infección y el estado general del paciente, se decide un tratamiento tópico o sistémico.

Tópicamente se puede emplear cotrimazol, miconazol, ketoconazol, sertoconazol, terbinafina o naftilina.

Los tratamientos sistémicos más frecuentemente empleados son itraconazol o fluconazol.

¿Dónde lo tratamos?

EN NAVARRA Y EN MADRID

El Departamento de Ginecología y Obstetricia
de la Clínica Universidad de Navarra

Cuidado integral que incluye un amplio rango de opciones de consulta y tratamientos que comprenden desde la revisión preventiva habitual hasta las más avanzadas opciones diagnósticas y de tratamiento de problemas obstétricos y ginecológicos en todas las edades.

El departamento ofrece también el control habitual del embarazo que incluye una diversidad de procedimientos diagnósticos y de cribado para identificar problemas potenciales del feto así como de su adecuado crecimiento y desarrollo.

Enfermedades que tratamos

Imagen de la fachada de consultas de la sede en Pamplona de la Clínica Universidad de Navarra

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